La sucesión de Mariano Rajoy se daba por hecha en el PP desde hacía varios años, a pesar de que todos pensaban que los plazos podían dilatarse en el tiempo. Ahora, tras la abrupta caída del expresidente, el Partido Popular ha comenzado una guerra sin cuartel entre las distintas familias para controlar la formación conservadora.
Los tres candidatos con mayor fuerza son el presidente gallego Alberto Núñez Feijóo, la secretaria general María Dolores de Cospedal y la exvicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría. Esta última genera recelos en el partido, ya que creció desde fuera de la formación. Además, gran parte del PP recalca, literalmente, que "es la persona que ha ostentado mayor poder desde el Conde-Duque de Olivares". Y eso tiene un precio.
Las acusaciones que señalan que Soraya ha utilizado el CNI para sus propios intereses personales son vox pópuli, dentro y fuera del partido. Para ello, habría colocado a uno de sus fieles escuderos, Félix Sanz Roldán, que habría actuado como correa de transmisión para gestionar sus necesidades. Entre los gestos señalados, se encuentra la caída de José Manuel Soria, miembro destacado del antiguo G-8 de Cospedal.
Con la batalla de la sucesión en pleno auge, la polémica de Feijóo llega en forma de fotografía. En concreto, la publicación en los medios de una instantánea en la que el barón gallego aparece distendidamente en un barco con uno de los narcos gallegos más conocidos: Marcial Dorado.
La fotografía es el principal escollo del preferido dentro del PP y le ha perseguido desde su publicación en 2013. Todos pusieron entonces la lupa sobre Soraya, a pesar de que la versión oficial apunte al PSOE. Feijóo desconfía de ella porque considera que intentó minar su carrera. Una postura que aleja las exigencias de las bases y miembros destacados que piden una candidatura de unidad.
El presidente gallego hará pública su candidatura a la dirección de los populares durante los próximos días. A pesar de ello, el único barón que disfruta de mayoría absoluta se encuentra inquieto por la posibilidad de que se filtren más fotografías en las próximas jornadas, tal y como señala El Español.
"La casa -nombre popular del CNI- esconde los trapos sucios de todos", aseguran fuentes populares, que además temen la publicación de otros contenidos que podrían afectar a más personas en el "momento más oportuno". Es la guerra de sucesión que ya se encuentra en pleno desarrollo.
El precedente del caso Cifuentes
La filtración del vídeo de Cristina Cifuentes ha roto todas las líneas rojas que se habían empleado para desbancar a los adversarios. En concreto, la destrucción de la persona, tal y como ella misma señaló durante su dimisión.
La versión oficial de este asunto señala a Ignacio González. Casesa es la empresa de seguridad encargada de la vigilancia del Eroski de Vallecas donde se produjo el robo. Las imágenes deberían haber sido destruidas en el plazo de 30 días, pero se conservaron durante siete años. La llegada de González a la presidencia de la Comunidad de Madrid trajo varios jugosos contratos para la corporación.
Cifuentes era la gran aliada de Cospedal en la región, algo que permitía que la actual secretaria general controlase una de las federaciones más importantes. Su caída fue un mazazo para las filas del partido, puesto que se postulaba para suceder a Rajoy. Posteriormente, tras la investidura de Garrido, se produjo la famosa fotografía en la que ambas ni se dirigieron la palabra durante el 2 de mayo. Ahora, con un vacío de poder mayúsculo, nadie sabe qué sucederá en el PP madrileño.
La expresidenta de la región denunció la existencia de todo un dossier con material sobre su vida privada con imágenes en El Corte Inglés, visitas a hoteles o declaraciones en las que la palabra 'desórdenes' es constante.
Feijóo teme contar con material de estas características, que podría ser publicado en cualquier momento y podría destruir su carrera, imagen y desbancarle en plena guerra sucesoria, según señala El Español. El citado medio señala una oferta ofrecida por Inditex cuando el barón gallego se resistía a repetir en las elecciones. Tras una reunión con Rajoy, en la que nadie sabe qué acuerdos adoptaron, Feijóo repitió. La empresa textil niega la oferta.
"Se ha abierto una veda muy peligrosa: ya se puede destruir a la persona, no solo vale con acabar con el político. La gente tiene pánico", aseguran desde el PP. ¿Qué sucederá a partir de ahora?