Stenfonknee Wolscht es una mujer que desarrolló su anatomía con atributos masculinos y que, en el pasado, mantuvo un matrimonio con una mujer a la que abandonó para cambiar radicalmente de vida.
Stenfonknee fue bautizada como Pablo cuando nació y había vivido de cara al público como hombre. Hasta que a los 46 años se divorció, dejó a sus siete hijos y decidió vivir la que considera como su "verdadera vida".
Wolscht asegura que su nueva vida es como un sueño: "Hay días que me olvido de mi pasado", rememora. El trayecto hacia su nueva vida como bebé de seis años no ha sido fácil para ella, sobre todo, después de haber llevado una vida de auténtica persona adulta.
"No puedo negar que me casé. No puedo negar que tengo hijos", admite, tras explicar que aquello que le motivó a "volver a ser una niña" no fue que "no quería ser un adulto en ese momento", sino una auténtica identificación personal.
Con su nueva vida, esta nueva niña asegura que ha encontrado la estabilidad emocional que nunca tuvo, la paz que siempre ansió. Volver a tener seis años le ha llevado a que su vida funcione mejor "algo que no conseguía ningún medicamento".
El verdadero punto de inflexión: adoptada por una familia
La vuelta de Stenfonknee Wolscht a la infancia y el abandono de su vida adulta tuvo, en realidad, un punto de inflexión: cuando una pareja heterosexual decidió adoptarla y darle "el apoyo necesario" para seguir hacia adelante con su nueva vida.
"Tengo una mamá y un papá, que están totalmente cómodos con que yo sea una niña. Y sus hijos y nietos me apoyan", celebra Stenfonknee Wolscht explicando su nueva vida para un documental.
La elección de su edad no ha sido casual. Como revela, se lleva muy bien con su hermana y, en un principio, decidió convertirse en una niña de ocho años. "Hace un año, yo tenía ocho años y ella tenía siete. Entonces me dijo: 'Quiero que seas la hermana pequeña'. Y yo le dije: 'Bueno, no me importa pasar a seis años'. Así que tengo seis desde entonces'".
Una nueva vida donde Stenfonknee Wolscht ha dejado abandonados a sus siete hijos y su expareja, para vivir como una niña de seis años con una hermana mayor y un matrimonio que finalmente la ha adoptado.