Aunque nació con una anatomía masculina, Sophía siempre ha sido una niña desde que tiene uso de razón. Ahora, a sus seis años, se ha convertido en la primera menor de edad mexicana en cambiar de nombre y género en su acta de nacimiento por la vía administrativa sin pasar por el juzgado.
Nació en Ciudad de México, una de las partes del país con mayor aceptación para la comunidad LGTBI, aunque su realidad sea dramática ya que entre 2014 y 2016 se asesinaron unas 200 personas pertenecientes al colectivo.
La historia de Sophía
Los inicios de Sophía no fueron fáciles. Aunque siempre mostró su clara predilección por lo que por la sociedad impone como "cosas de chicas", su familia no le daba demasiadas vueltas, y no le ponía pegas en actuar como sintiese.
Su familia no estaba informada de la realidad del colectivo trans, de hecho les era totalemente desconocido. Ahora su madre mira al pasado y recuerda todas las pistas que la niña daba antes siquiera de identificarse con el género femenino.
Por ejemplo una vez en que tuvieron que ingresarla en un hospital con un año y medio, cuando le quitaron los pantalones para ponerle una bata y la chica emocionada dijo: "Mami, ¡me pusieron vestido!".
El problema para ella empezó cuando tenía cuatro años y empezó preescolar, donde no encajaba con sus compañeros y con los que discutía mucho. Cuando contó que haría una fiesta y se disfrazaría de Frozen, las burlas que sufrió la dejaron muy mal.
Por otra parte sus profesoras no veían normal su comportamiento y, acordándolo con su familia, propusieron una terapia para Sophía: hacer cosas de hombres, pasar tiempo con su padre, jugar a fútbol y aprender a manejar herramientas.
Esto fue un desastre que sumió a la niña en una depresión hasta que cuando ya no pudo más, le confesó a su madre. "Yo no quiero ser niño, quiero ser niña".
El cambio de la familia
La familia de Sophía, muy tradicional, no sabía cómo podía ser que el que creían su hijo les estuviese diciendo algo así, y como querían darle lo mejor, decidieron contactar con la asociación 'Ser Gay', que les ofreció mucha ayuda para enternder la realidad de la pequeña.
Como recuerda Manuel Gutiérrez, vicecoordinador de la asociación, en las primeras visitas había miedo y llantos en familia, pero acudían todos (padres, hermanos, abuela y tía) y el apoyo que brindaban era incondicional.
Sophía empezó a vivir como la niña que es poco después, aunque solo en casa, puesto que en el colegio no querían aceptarlo. Para solucionar ese problema, que le estaba afectando emocionalmente, decidieron cambiarla de colegio en tercer año de preescolar a un centro donde le diesen la libertad de ser quien realmente era.
El proceso de cambio de nombre y género
Hace un año aproximadamente, empezó un proceso que ha marcado un antes y un después en la historia de los menores trans en México. Con el apoyo de 'Litigio Estratégico en Derechos Sexuales y Reproductivos' y 'Ser Gay', inició los trámites para cambiar de géneroy nombre en su acta de nacimiento en el Registro Civil.
Hasta el momento, a todos los menores transexuales que querían optar a este cambio, les hacían un reconocimiento médico en que se les diagnosticaba disforia de género y entonces les permitían el cambio. Se les trataba como enfermos.
El caso de Sophía es el primer caso en que una niña menor de edad ha conseguido que no tengan que patologizarla para reconocerle su identidad. No le hicieron pasar por jueces, médicos y psiquiatras.
Sólo precisó de una opinión especializada y el apoyo del 'Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación de la Ciudad de México'. Así, el pasado 22 de julio pudieron ir al Registro a buscar el nuevo certificado. Según comenta su madre:
Está muy cambiada, había una parte de ella que no lo le dejaba ser como es en realidad
Una nueva vida que ha costado mucho disfrutar.