La figura del líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, se ha construido de una forma totalmente opaca, por lo que siempre se ha rumoreado ante cualquier pequeño movimiento que hacía. Sin ir más lejos, el pasado abril hubo grandes sospechas sobre la posible muerte del líder, lo cual confirmaron medios asiáticos, pero que resultó ser falso.
Vuelve a hacerse polémica la no presencia de alguien de la dinastía. En este caso, la de Ri Sol-ju, su mujer con la que contrajo matrimonio en 2009. Desde un principio, se buscaba transmitir una imagen de estabilidad y madurez sobre la figura de Kim Jong-un, que por aquel entonces era aún muy joven.
La ahora Primera Dama de Corea del Norte es otra persona rodeada de mucho misterio, solo se sabe que fue cantante y que, cuando era adolescente, participó en varios actos por la paz entre las dos Coreas. Kim Jong-Un y Ri Sol-ju, a diferencia de anteriores matrimonios de la dinastía, han ido juntos a diferentes actos públicos a lo largo de estos años.
Las sospechas de su desaparición
No obstante, en los medios de comunicación extranjeros se ha estado teorizando alrededor de la desaparición de Ri Sol-ju de la esfera pública desde hace unos meses. La prensa extranjera barajaba una serie de sospechas, como que se había confinado en su casa por miedo a contagiarse de Covid, o incluso que podría haberse quedado embarazada de nuevo. Aunque, pequeño inciso, no está claro cuántos hijos tienen actualmente, pero se sospecha que tienen tres, según fuentes oficiales.
Estas dudas se disiparon el pasado martes, 16 de febrero, cuando ambos asistieron a un concierto en conmemoración del nacimiento de Kim Jong Il, difunto padre del líder. Este acto, que se situó en el Teatro Mansudae de las Artes, en Pyongyan, fue el lugar donde se volvió a ver a Ri Sol-ju después de semanas, muy sonriente junto con Kim Jong-Un, y disfrutando del espectáculo, según ha confirmado el periódico coreano Rodong Sinmun.
El matrimonio asistió al espectáculo con un atuendo elegante. Él, con uno de sus trajes negros que acostumbra a llevar en público; y ella, con una chaqueta de color azul marino, con un broche plateado en la solapa. De todas formas, lo más sorprendente es ver la cantidad de gente que hay en el patio de butacas, y todas ellas sin mascarilla. Esto es porque Corea del Norte lleva mucho tiempo sin detectar ni un solo caso de Covid-19, dado que su líder tomó la decisión de cerrar a cal y canto las fronteras.