La falta de lluvias durante los últimos meses está causando alarma entre los expertos, que avisan sobre las graves consecuencias que este hecho podría acarrear para el medio ambiente. Con ello, la falta de lluvias ya está dejando consecuencias, con niveles de reservas especialmente bajos en ríos y pantanos en toda España.
La llegada del verano preocupa, puesto que se trata de una época tradicionalmente seca en España y, si la tendencia actual continúa, no se podría descartar la posibilidad de restricciones en el suministro de agua durante los meses de otoño.
Eso es lo que hemos vivido desde el comienzo de este mes, que se prevé que se alargue hasta el comienzo de junio. En las últimas dos semanas, nos hemos encontrado con tormentas intensas en casi todo el territorio e incluso con algunas granizadas, como la registrada la semana pasada en Barcelona.
La llegada de precipitaciones
Las previsiones para el próximo verano son similares a las de los últimos años. Se prevé la llegada de una estación cálida, con precipitaciones algo superiores a las habituales en puntos concretos del país, especialmente en el litoral, el punto de la esperanza tras los últimos meses.
En Cataluña, Valencia, Murcia y Almería se espera la llegada de lluvias superiores a las habituales, a pesar de que no se prevé un verano especialmente húmedo.
Sí se registrarán lluvias en un nivel algo superior entre finales de agosto y principios de septiembre. No solo afectará al Mediterráneo, sino que también afectará a las zonas colindantes con estas comunidades. La lluvia podría irrumpir al final del verano en toda la mitad del país.
No se espera la llegada de la normalidad, en lo referido a los niveles de lluvias, hasta mediados de septiembre y el próximo mes de octubre, cuando ya se registrarán precipitaciones en niveles superiores en todo el país, con la excepción de algunas zonas al este de Extremadura y Andalucía. Se trata de una situación de lluvia necesaria para compensar la sequía registrada durante el último año.