Un turista español ha sido sorprendido por las autoridades italianas mientras se encontraba defecando en pleno conjunto de Pompeya. El hombre, de 80 años, se situó en el interior de la casa de Menandro, uno de los domus mejor conservados del lugar.
El autor del 'regalito', tenía incontinencia y, al parecer, le pilló el 'apretón' en el momento y lugar menos indicados. En vez de correr o pedir ayuda, decidió poner a su mujer a bloquear la puerta, mientras él se disponía a plantar un pino con mucho arte.
Según el diario italiano Il Mattino, el hombre había almorzado con contundencia algo que, unido al sofocante calor de la zona, derivó en que el afectado perdiese el mando de sus intestinos, soltanto un detalle que, aseguramos, 'no dejó buen sabor de boca' entre los presentes.
Entre 'conguito y conguito', un agente de la Policía se personó en el lugar, forzó la puerta que había bloqueado la mujer, y se encontró todo el pastel: el hombre, con los pantalones por los tobillos y en cuclillas, en clara pose de haber disfrutado de 'su momento'.
Los hechos, que sucedieron en los instantes previos a la visita de los ministros Dario Franceschini y Claudio De Vicenti con motivo de la inauguración de la nueva ruta bajo la luz de la luna, llamada 'Una noche en Pompeya', dejó estupefactos a los guardias del monumento.
Ahora, el hombre se enfrenta a un delito por atentado contra monumento nacional, un juicio que, para el hombre de 80 años, estamos seguros que no será de su agrado. Al menos podrá vanagloriarse de haber dejado todo un recuerdo en plena Pompeya.