Un equipo de 33 investigadores de las más prestigiosas universidades del mundo, entre los que se encuentran Edward Steele o Chandra Wickramasinghe, que cuenta con más de setenta publicaciones en Nature, acaban de publicar en la revista Progress in Biophysics and Molecular Biology un artículo que no deja indiferente a nadie.
Los investigadores han llegado a la conclusión de que a nuestro planeta han llegado, y llegan actualmente, organismos completos, tanto vegetales como animales, y no solo moléculas orgánicas, como se creía hasta ahora. Por tanto, se da el caso de organismos que pueden dar lugar a nuevas líneas evolutivas, tal y como sucedió hace casi 500 millones de años en el Cámbrico, o adaptarse a las condiciones de nuestro mundo y prosperar en él, como sería el caso de los pulpos.
Panspermia
La hipótesis que sostiene que la vida no se originó en la Tierra, sino que llegó a nuestro planeta, y a otros muchos, a través del espacio se denomina panspermia. Cada vez se unen más y más investigadores a las variantes de esta teoría. La existencia comprobada de microorganismos capaces de sobrevivir a las duras condiciones espaciales y la posibilidad de que, a través de impactos, estos organismos salieran despedidos de sus planetas de origen y fueran depositados después en otros lugares por cometas o asteroides, parece cada vez más cerca de ser posible.
Bajo el título de 'Causa de la explosión del Cámbrico: ¿Terrestre o cósmica?', los autores revisan la teoría de la Panspermia y sostienen, por un lado, que el origen de la vida no se produjo en la Tierra. Y por otro lado, aún más controvertido, que la mayor fuente de innovación genética (que permite la evolución de las especies) no se encuentra en la selección natural de mutaciones aleatorias ventajosas, sino en una continua "lluvia de materia viva extraterrestre" que se integra, a través de mecanismos como la transferencia horizontal de genes (propia de muchos retrovirus), en los genomas de las formas de vida ya presentes en nuestro planeta.
Los investigadores argumentan su trabajo y análisis con evidencias y pruebas que otros científicos no se han atrevido aún a rebatir, afirmando que los argumentos de Steel y sus colegas son "plausibles, pero no convincentes", ya que cualquiera de esas evidencias podría, también, "ser explicada en otros términos".
El pulpo extraterrestre
En general, los cefalópodos (los calamares, las sepias, los nautilos y los pulpos) cuentan con un árbol evolutivo bastante confuso, que apareció por primera vez hacia finales del Cámbrico y cuyo origen, en apariencia, procede de un único "nautiloide" ancestral. El pulpo es el que genera más dudas en cuanto a su origen debido a sus características (un sistema nervioso complejo, ojos sofisticados o su capacidad de camuflaje).
Según los investigadores, los genes necesarios para que surgieran todas estas capacidades no están presentes en ninguno de sus antepasados. Lo cual podría ser una prueba de que fueron tomados directamente del Cosmos. En particular, el pulpo muestra una serie de diferencias bioquímicas muy específicas con respecto al nautilo, su pariente vivo más cercano. Concretamente, existen evidencias de cambios súbitos y masivos en su ARN, y por lo tanto en sus proteínas, con respecto a las que se suelen encontrar en las estructuras neuronales del resto de los cefalópodos. Estos cambios solo afectaron a los pulpos, y no se encuentran en ningún otro logar en la Naturaleza, ni siquiera en sus parientes más próximos.