El Hospital Isabel Zendal se vendió, por parte del Gobierno de Isabel Díaz Ayuso, como un centro especializado en la pandemia enfocado a la descongestión del resto de la red sanitaria de la región. Unas instalaciones levantadas en tiempo récord, con un sobrecoste de 50 millones de euros y sin sanitarios, que están siendo derivados de otros hospitales (con la infradotación que supone en un sistema plagado de recortes).
Diez días después de la inauguración del hospital, sin embargo, el centro ha mostrado su gran deficiencia para el tratamiento de los pacientes que muestran un deterioro en la enfermedad. Eso es lo que ocurrió el pasado 18 de diciembre, cuando un paciente con coronavirus tuvo que se trasladado desde el flamante nuevo hospital de pandemia hasta el antiguo Hospital Gregorio Marañón, donde sí se contaban con los medios para garantizar su tratamiento, como publica El Salto Diario.
La Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid ya había ordenado a los gerentes de los diversos hospitales regionales una directiva para prohibir tajantemente la derivación de cualquier paciente "candidato a ingresar en UCI". En este caso, el paciente presentaba una neumonía bilateral. La orden de la Comunidad de Madrid es clara: pacientes leves y en fase terminal.
Los traslados de pacientes, por el momento, son voluntarios. Se les ofrece una guía detallada con las nuevas instalaciones, donde se vende que el nuevo hospital presenta unas mejores condiciones para su estancia, con mejores equipos, instalaciones y un mejor espacio para pasear durante su recuperación, en el caso de que cuenten con dicha posibilidad. Sin embargo, lo cierto es que el hospital no es capaz de atender a pacientes que sufren un cuadro grave y se ha convertido en una especie de hospital para pacientes leves y paliativos que pone en duda su verdadera efectividad cuando algunos hospitales como el Infanta Sofía, en San Sebastián de los Reyes, todavía no han inaugurado todo un ala al completo prácticamente una década después de su inauguración.
Contratos de gestión para el Isabel Zendal: empresas amigas y una expolítica del PP beneficiada sin concurso público
Mientras tanto, el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso ya ha realizado varias adjudicaciones para poner el centro en marcha. Entre ellas, otorgar 'a dedo' toda el mantenimiento a Ferrovial en un contrato que se ha firmado en 1,3 millones de euros sin ningún tipo de concurso público ante las condiciones de urgencia.
También se ha adjudicado el contrato del servicio de vigilancia y seguridad del hospital a la empresa Ariete Seguridad por un precio de 808.198,59 euros durante un período de seis meses. Este proceso se ha realizado también sin concurso público bajo el "trámite de emergencia". La beneficiaria es "la empresa familiar de Silvia Cruz Martín", que llegó a ser primera teniente de alcalde de Alcorcón con el PP hasta que dimitió en el año 2017.
Esto se suma a los sobrecostes de las obra, un aumento de 50 millones de euros sobre lo presupuestado. El último contrato publicado en el Portal de Contratación Pública de la Comunidad de Madrid indica que se pagarán 1.125.212,75 euros por el mantenimiento del edificio y las instalaciones.
