Cuando Montesquieu expuso su teoría sobre la separación de poderes, el pueblo encontró la forma idónea para evitar que un solo grupo aglutinase para sí todo el poder. Sin embargo, poco queda en la realidad de la teoría del ilustrado, ya que vamos comprobando como cierto grupo pretende alzarse con ese bien tan preciado para pocos y tan malévolo para otros muchos, el absolutismo.
Esto es lo que podría estar sucediendo actualmente en España, ya que recientemente se ha producido un nombramiento dentro del poder judicial que pone en duda las intenciones del Partido Popular, partido que detenta el poder en nuestro país.
Se trata del nombramiento de la magistrada Concepción Espejel como presidenta de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, desde la que no solo tendrá la obligación de dirigir la administración de esta, sino que gozará de la potestad de formar parte del tribunal.
Lo polémico de la elección deriva de la reputación de la magistrada, ya que Espejel ha sido apartada en varias ocasiones de causas que tenían que ver con el PP por su afinidad al partido. Así lo hacía ver la Fiscalía Anticorrupción, que emitió un informe sobre ésta para impedir que formarse parte del juicio de Gürtel: "Un observador objetivo tendría razones para dudar de la imparcialidad", sentenció el organismo, en referencia a la magistrada.
En la documentación remitida por Anticorrupción figuraba un escrito donde se confirmaba que el PP y Luis Bárcenas habían intervenido en su nombramiento como vocal del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).
Debido a tal informe, los compañeros magistrados de la Sala de lo Penal decidían relegarla del caso. Ahora, será ella la que mande sobre dichos magistrados.
El mismo lance se repitió el pasado enero de 2016, cuando volvía a ser apartada del juicio de la caja B del PP. Esta vez fue la acusación popular quien vertió las dudas sobre la imparcialidad de Espejel, las cuales fueron admitidas por el fiscal, que consideró que no eran "irracionales".
La jueza ha sido elegida por 11 votos a favor, en detrimento de otros candidatos como Manuela Francisca Fernández Prado, la preferida de los progresistas y Juan Pablo González González, el favorito hasta el último momento por los conservadores, que terminaron por decantarse por Espejel.
Otros nombramientos polémicos
La nueva presidenta de lo penal no ha sido la única magistrada en ascender habiendo sido apartada con anterioridad de causas contra el PP. Su compañero Enrique López también fue retirado del caso Gürtel a raíz del informe emitido por Anticorrupción. Actualmente, dicho magistrado ha sido nombrado por el mismo CGPJ que ha ascendido a Espejel como miembro de la Sala de Apelaciones de la Audiencia Nacional.
Todo ello se puede resumir con la simple premisa de que, después de haber sido apartados de casos en los que el PP se sentaba en el banquillo de los acusados, ambos han sido ascendidos y colocados en puntos donde se debe demostrar una gran imparcialidad.
Citando a Montesquieu: "En el Estado en que un hombre solo, o una sola corporación de procederes, o de nobles, o del pueblo administrase los tres poderes, y tuviese la facultad de hacer las leyes, de ejecutar las resoluciones públicas y de juzgar los crímenes y contiendas de los particulares, todo se perdería enteramente".
Con ello podemos decir que, no hay más palabras, su Señoría.