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El genocidio del que no se habla: "Los birmanos tiraron mi bebé al fuego y me violaron"

Las refugiadas rohingyas denuncian violaciones y atrocidades en los ataques del Ejército birmano a sus poblados.

Las vidas de los refugiados rohingyas, que huyen a Bangladesh a causa de los ataques del Ejército birmano contra su etnia, están plagadas de tragedias. Tras una vida donde la principal característica es la pobreza, la violencia les está haciendo perder lo poco que tienen.

Musulmanes en un país donde un 90% de la población es budista, los tratan como a extranjeros y viven confinados en guetos víctimas de una discriminación que no les deja de perseguir nunca. Las tensiones se van agravando y la huída en masa del país en busca de refugio moviliza a más personas que nunca.

El diario ABC, ha tenido la oportunidad de hablar con algunos de estos refugiados, que han relatado los horrores que les toca vivir cuando tratan de llegar al país vecino. La joven Razuma Begum ha querido compartir su historia para hacerle ver al mundo la situación por la que está pasando su pueblo: "De la nada aparecieron cientos de soldados disparando mientras un helicóptero sobrevolaba nuestras cabezas y la gente huía aterrorizada".

La joven, que procede de Tula Tuli, al norte de Myanmar (nombre oficial de la antigua Birmania) está casada con un albañil de 25 años que vivía de trabajos esporádicos y con quien tenía un hijo de 14 meses, Sadek. A pesar de protegerlo incluso llegando a poner en peligro su vida, el niño terminó siendo asesinado. 

Después de fusilar a los hombres, los soldados quemaron las casas y uno de ellos me quitó al bebé y lo arrojó al fuego. Luego me metieron en una choza y me violaron mientras me decían que Birmania no era mi tierra
Los refugiados construyen sus casas con bambú y plástico y acaban creando auténticas ciudades de estos materiales
"Los refugiados construyen sus casas con bambú y plástico y acaban creando auténticas ciudades de estos materiales"

Incapaz de contener su dolor continua hablando de lo ocurrido: "No tengo palabras para decir cuánto daño me hicieron. Me violaron diez soldados mientras me pegaban, tanto que al cabo de un rato ya no sentí nada". Al terminar de abusar de ella, los soldados la dejaron inconsciente y prendieron fuego a la choza.

Ella se despertó por el olor del fuego y consiguió salir arrastrándose y llegar a una colina donde se ocultó toda la noche. Al día siguiente logró seguir su camino junto a un grupo de rohingyas que, tras haber sido expulsados de su pueblo, también huían a Bangladesh. Cuatro días más tarde llegaron a la frontera y pudo ser trasladada a un hospital y contactar con su marido, que seguía vivo. Su familia, entre la que se encontraban sus padres y otros 9 miembros, no pudo escapar.

Una denuncia para concienciar al mundo

Aunque para ella ha supuesto un tremendo golpe, quiere contar la verdad de lo que está ocurriendo para que se sepa que la realidad que vive su pueblo es un infierno. El ataque fue uno de los más duros que han sufrido nunca los rohingyas y tuvo lugar al terminar la fiesta del cordero, una celebración muy importante en el mundo musulman.

"No tengo miedo a decir lo que me ha pasado porque quiero que la comunidad internacional sepa que muchas mujeres han sido violadas por el Ejército birmano". Su hermano, Mohammed Yusuf, comenta que "la miseria que atravesamos no se puede explicar. Lo hemos perdido todo. No tenemos casa, ni familia, ni dinero", él no logró salvar a su familia y perdió tanto a su mujer como a sus dos hijos en el ataque.

La mayor parte de los refugiados desconocen el motivo real que hubo detrás de tan terrible ataque por parte de las tropas birmanas, demostrando que los tienen totalmente aislados y viviendo como parias. Precisamente, la causa fue la venganza del ejército por un ataque realizado por parte de una guerrilla islámica unos días antes. Estos rebeldes, el Ejército Rohingya de Salvación de Arakán, mataron a once militares al atacar una base militar y unos puestos de control. La represalia birmana ha costado una movilización de más de 600.000 refugiados.

Refugiados esperando recibir ayuda po rparte de Bangladés al llegar a la frontera
"Refugiados esperando recibir ayuda po rparte de Bangladés al llegar a la frontera"

La ONU, al igual que EEUU, ha calificado este conflicto de limpieza étnica y Human Rights Watch ha denunciado las violaciones de mujeres y niñas en que de 59 entrevistadas, 29 habían sido víctimas de estos abusos. En el caso de Médicos Sin Fronteras, han contado 75 casos de violación y 250 mujeres heridas. "Muchas vienen traumatizadas porque nos cuentan que el nivel de violencia ha sido muy alto, con muertos, heridos, violaciones, quema de casas y abandono de sus vidas".

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