La crisis del coronavirus ha devuelto a la extrema derecha europea del centro y norte de Europa a su escenario de 2010: un rechazo frontal a los países meridionales, a los que se acusa de cigarras frente a las hormigas del norte que han sabido afrontar la crisis. Un estatus de superioridad que, de paso, olvida algunas circunstancias y escenarios pasados.
Uno de sus miembros más beligerantes es el Foro para la Democracia holandés. Se trata de una formación ultra con representación en el Parlamento Europeo a través del Grupo de los Conservadores y Reformistas Europeos. Precisamente, el mismo grupo en el que se encuenta VOX dentro del Parlamento Europeo, junto a otros socios como el partido Ley y Justicia, que gobierna Polonia con una deriva fuertemente autoritaria.
El líder de Foro para la Democracia es Thierry Baudet. Su relación con Santiago Abascal es buena, mejor incluso que el otro líder de la ultraderecha de los Países Bajos, Geert Wilders, representante del Partido por la Libertad.
Las instantáneas que ambos han protagonizado fueron buena cuenta de la bienvenida que recibió Abascal entre algunos de estos movimientos en Europa, después de años viviendo excluido de sus actos porque no era capaz de levantar un movimiento populista en la cuarta economía de la Unión Europea.
Nada apunta a que, ahora, el líder de VOX vaya a estallar conla última entrevista de su socio Baudet en un digital holandés donde, entre otras lindezas, pide cerrar las fronteras holandesas porque fortalecer la UE en una crisis donde está muriendo la gente es "un error". Y, de paso, no duda en ocultar su rechazo frontal a las naciones del sur de Europa. Sí, incluida España: "La crisis del coronavirus demuestra que no hay que fortalecer Europa, sino los estados-nación. En este momento, es posible que millones de euros holandeses se vayan a ir al sur de Europa a través del Mecanismo Europeo de Estabilidad. ¡Le exijo al Gobierno que no lo permita!".
VOX por el momento no se ha pronunciado, ni parece que vaya a hacerlo. Algo muy distinto a lo que sucedió cuando Marruecos copió la estrategia de otros países europeos y cerró sus fronteras por el coronavirus, por ejemplo.
El aliado de VOX que apoya al independentismo catalán
No es el único aliado de VOX en Europa cuyo discurso choca frontalmente con el que acostumbra a exhibir Santiago Abascal cuando está frente a un medio de comunicación en España.
Otro de sus socios esperpénticos es, como no, Matteo Salvini, líder de la Liga y heredero del partido Liga Norte, que abogaba por la independencia del norte de Italia frente al maltrecho sur del país.
Salvini, cuyo discurso encaja a la perfección en el ADN de un sector del independentismo catalán, no ha dudado en mostrar su apoyo a la independencia de Cataluña. Muy complicado de encajar con la bandera de la unidad de España que se quiere atribuir VOX.
De hecho, Salvini y Abascal llegaron a permanecer enfrentados cuando el segundo llegó a la arena política española. Esto fue, también, el motivo por el que Abascal mira hacia la ultraderecha de Polonia y Hungría, el Visegrado, antes que a la de Europa occidental. A pesar de todo, finalmente han sellado una tregua: la nieta de le Pen, Marion Maréchal, es clave porque quiere construir un movimiento ultraconservador unido en el Viejo Continente. ¿Extraños compañeros de cama? Suele suceder cuando la política salta fronteras, aunque VOX tendrá dificultades para defender su discurso tan basado en la 'pureza' de la defensa patria.