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Snickers retira su campaña homófoba sin asumir responsabilidades y lo tilda de "malentendido"

La marca de chocolatinas ha sembrado la polémica con su anuncio cargado de homofobia y plumofobia, que ha despertado multitud de críticas.

Snickers retira su campaña homófoba sin asumir responsabilidades y lo tilda de "malentendido"

El aluvión de críticas recibidas por su última campaña publicitaria ha obligado a Snickers a dar marcha atrás y retirar el anuncio cargado de LGTBIfobia. La marca de chocolatinas ha emitido un comunicado en el que pide disculpas aunque no termina de asumir la responsabilidad achacándolo todo a un "malentendido".

"Desde la marca Snickers nos tomamos los derechos de igualdad e inclusión muy en serio y creemos que cualquier persona tiene derecho de mostrarse tal y como es. Por ello, desde Snickers queremos pedir disculpas por el malentendido que ha podido causar nuestra nueva campaña publicitaria", explican.

"En ningún momento se ha pretendido estigmatizar ni ofender a ninguna persona ni colectivo. En esta campaña en concreto se buscaba transmitir de una manera simpática y desenfadada que el hambre puede hacer cambiar tu carácter. De nuevo, lamentamos cualquier malentendido", continúan, subrayando la idea de que ha sido un "malentendido" que la gente ha "malinterpretado".

"Con el fin de evitar propagar un mensaje que pueda ser malinterpretado, procederemos inmediatamente a eliminar la campaña", zanjan, habiendo eliminado cualquier rastro de esta campaña de sus redes sociales.

Homofobia y plumofobia

Pese a que Snickers se empeña en definir la polémica como un "malentendido", pocas interpretaciones caben en su campaña más allá de la homofobia y la plumofobia.

Teniendo a Aless Gibaja como protagonista, el influencer pide un zumo en un chiringuito con su característica forma de hablar de gesticular y algunas de sus frases más célebres. Ante los gestos de extrañeza de su compañero, el camarero, entonces, le anima a tomarse una chocolatina de la marca y tras darle un mordisco, Gibaja desaparece habiéndose convertido en un hombre rudo.

Ante este hecho, la única pregunta que le realiza su compañero es la siguiente: "¿Mejor?". A ello, el hombre responde: "Mejor". Y el anuncio concluye: "No eres tú cuando tienes hambre". Es decir, ser homosexual y tener pluma es lo extraño, está mal visto, y este dulce te permite ser tu mismo, un machito heterosexual.

A las críticas se han sumado incluso político. Íñigo Errejón, líder de Más País, ha sido contundente poniendo en evidencia el repunte de agresiones que el colectivo LGTBI está sufriendo: "A mí no me hace gracia estigmatizar y reírse de la pluma. Menos aún en un verano en el que se multiplican las agresiones a personas LGTBI".

Por su parte, Irene Montero, ministra de Igualdad, se ha preguntado "a quién le puede parecer una buena idea usar la homofobia como estrategia comercial". "Nuestra sociedad es diversa y tolerante. Ojalá aprendan a serlo también quienes tienen el poder para tomar las decisiones sobre lo que vemos y oímos en anuncios y programas de televisión", ha denunciado.

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