Poco después de salir de prisión, en 1986 adquirió el equipo de fútbol de su pueblo, Cambados, y empezó a hacer fichajes estrella para salvarlo. Para sus vecinos era un hombre respetable que velaba por su tierra, y ese imaginario se acentuó cuando estuvo a punto de conseguir que el equipo, Juventud de Cambados, ascendiera a Segunda División en 1989. El momento en el que el hombre que era venerado como un héroe por todos estuvo muy cerca de protagonizar un hito histórico. José Ramón Prado Bugallo, mejor conocido como Sito Miñanco, es uno de los narcotraficantes más famosos de España.
Su historia fue retratada en el libro 'Fariña', de Nacho Carretero, ahora secuestrado por un juez debido a la denuncia presentado por el exalcalde de O grove, José Alfredo Bea Gondar, involucrado en la trama. Sin embargo, esto solo ha servido para despertar más la curiosidad en torno a la figura de Miñanco, que ahora ha dado el salto a la pequeña pantalla de mano de Antena 3, que emite una serie basada en la novela que ha acabado convirtiéndose en un fenómeno de audiencia.
Sito Miñanco fue detenido en 2001. Pero... ¿Cuál es su historia y por qué se convirtió en el traficante más famoso de España?
Sito Miñanco: el narco gallego
José Ramón Prado Bugallo nació en Cambados, un municipio de la provincia de Pontevedra (Galicia) el 25 de septiembre de 1955 y pertenecía a una familia de marineros de origen humilde. Con aproximadamente, 25 años, en los años 80, empezó en el contrabando de tabaco en una de las organizaciones más poderosas del momento, la ROS. Pero, a los tres años, en 1983 fue detenidos en una operación de tabaco rubio.
La ambición y la creación de un imperio de la coca
Después de pasar seis meses en la prisión de Parda fue trasladado a la cárcel de Carabanchel, en Madrid, y allí contactó con miembros del Cartel de Medellín y con otro famoso narcotraficante colombiano Jorge Luis Ochoa. Salió de prisión y, rápidamente, se introdujo en el mundo del narcotráfico, aunque también seguía utilizando el tabaco. Empezó en el tráfico de la cocaína, conocida como la "fariña" en gallego, a través de una red panameña y ahí conoció a su esposa, Odalys Rivera. Consiguió tanto dinero que en 1986 compró el equipo de fútbol de su pueblo e hizo fichajes estrella muy caros para hacerlo remontar. En 1989 estuvo a punto de ascender a Segunda División y sería algo histórico para un pueblo tan pequeño de Galicia.
Sito Miñanco tejió la mayor red de contrabando creando así la mayor industria jamás vista. Él se había aliado con los hombres de Escobar y sabía cómo burlar la vigilancia en costas gallegas ya que el 80% de la cocaína que llegaba a Europa entraba desde Galicia. En Cambados todos sabían quién mandaba y ese era Sito Miñanco.
Entre prisiones
Sito Miñanco volvió a ser detenido en Pozuelo de Alarcón, Madrid, en 1994. La razón: introducir nada más y nada menos que 2,5 toneladas de cocaína en España en 1990.
La Audiencia Nacional le pudo condenar a 20 años de prisión por evasión de impuestos, falsificación documental y por tráfico de droga. Pero en la cárcel no se aburrió ya que Miñanco consiguió iniciar un proceso judicial por las escuchas telefónicas. A pesar de ser autorizadas consiguió que el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo le indemnizara con siete mil euros, pero no se le rebajó la condena.
El narcotraficante volvió a salir de prisión, pero en libertad condicional al cumplir siete años de su condena. Pero, en una operación de trasvase de cinco toneladas de cocaína, muy cerca de la Guayana Francesa, volvió a ser detenido y la Audiencia Nacional le volvió a condenar a 16 años y 10 meses y una increíble multa de 390 millones de euros, como líder de una organización internacional de narcotraficantes.
En 2010 se trasladó a la prisión de Huelva y en esos meses se supo que tenía una trama societaria inmensa donde administraba negocios y tiendas blanqueando dinero del narcotráfico. Es decir, estando en prisión seguía delinquiendo.
En mayo de 2011 se le trasladó a la cárcel de Algeciras y el 10 de junio de 2011 se le concedió un permiso de tres días, a pesar de las elevadas posibilidades de riesgo de fuga. Tampoco se intervino sus conversaciones telefónicas, a pesar de estar vigilado judicialmente y finalmente, se cesó al director de la prisión, a Francisco Sanz, porque había recibido numerosos regalos de los narcotraficantes.
Su obsesión: la "fariña"
Finalmente, en junio de 2015 fue liberado, aunque no podía regresar a su tierra, a Galicia. A Miñanco eso le dio igual y consiguió seguir traficando desde la distancia. Su obsesión era, es y será el negocio de la fariña y el narcotráfico. Finalmente, en febrero de este mismo año 2018, fue detenido en Algeciras y enviado a prisión por ser el máximo responsable de una trama que distribuía cocaína a Holanda, Albania e Italia.
Sito Miñanco tenía una obsesión, el negocio de la fariña y su vida ha estado marcada y le seguirá marcando para siempre...