La detección temprana del cáncer es importante a la hora de garantizar la supervivencia a la enfermedad. Hay muchos tipos de tumores con diversos síntomas, aunque uno de ellos se puede identificar al consumir un simple bombón o tomar un trago de cerveza.
Se trata del linfoma de Hodkin, uno de los tumores con menor incidencia en nuestro país que afecta al sistema linfático y es más frecuente en pacientes jóvenes (entre 20 y 40 años), así como en pacientes mayores (a partir de 55 años). Los afectados, afortunadamente, tienen un alto porcentaje de supervivencia y recuperación.
La enfermedad muestra su cara con la inflamación de los ganglios linfáticos (en el cuello, axilas e ingles), cansancio, fiebre, sudores nocturnos, pérdida de peso inexplicable y picazón intensa. Ahora, los médicos han descubierto un nuevo síntoma que podría aumentar los diagnósticos: algunos pacientes sienten dolor después de consumir bebidas alcohólicas.
El diario The New York Post explia que uno de cada 20 casos de informa de Hodgkin presenta el síntoma. Se trata de un dolor que se encuentra en los ganglios linfáticos, situados en cuello, axilas e ingles. Todavía de desconoce por qué se produce el dolor, aunque el hematólogo de la red de hospitales Oxford University del Servicio Nacional de Salud de Reino Unido, Graham Collins, explica a The Sun que puede deberse a un efecto en el sistema cardiovascular.
"El alcohol puede relajar los vasos sanguíneos y esto puede producir un incremento de la presión en los ganglios linfáticos generando tensión en la cápsula exterior y provocando dolor", explica Collins. Además, un estudio de un grupo de investigadores de la Universidad de Harvard señala en la revista científica Anesthesiology que las mujeres son más propensas a manifestar este tipo de dolores cuando padecen la enfermedad.
Un bombón o un simple sorbo
Los autores del estudio explican que una pequeña dosis de alcohol podría disparar el síntoma. "El contenido de alcohol de un bombón relleno de licor o, incluso, un sorbito de cerveza han dado lugar a este dolor. Comienza de manera inmediata, pero las descripciones sobre cómo se siente este dolor y su intensidad varían entre los pacientes. Algunos, de hecho, han tenido que dejar el alcohol de manera forzosa debido a este desagradable efecto".
Otros, en cambio, solo experimentan una simple molestia a la que no prestan excesiva atención y la combaten con analgésicos durante cierto tiempo. El artículo publicado por The New York Post muestra el caso de un hombre de 31 años que llevaba tres meses con ibuprofeno cuando bebía alcohol para reducir este tipo de dolores. Cuando finalmente acudió al hospital, en Nashville (Estados Unidos), los médicos confirmaron que padecía un linfoma de Hodgkin.
Un escáner mostró que uno de sus ganglios linfáticos situados en su tráquea era un linfoma de Hodgkin. El hombre se recuperó tras su tratamiento, ya que la quimioterapia frenó rápidamente el dolor en el pecho y pudo volver a beber alcohol poco después.