Poco a poco las sociedades occidentales se van modernizando y van adaptándose a los nuevos tiempos, donde las relaciones entre personas del mismo sexo se han normalizado. Los últimos en hacerlo ha sido Singapur, que ha anunciado que en los días harán todo lo posible para derogar una ley colonial que sigue vigente que penalizaba las relaciones sexuales entre hombres.
Durante la jornada del domingo, el primer ministro de Singapur, Lee Hsien Loong ha realizado un discurso y ha admitido que la aprobación de la suspensión de la sección 337A del código penal ayudaría a que la sociedad estuviese más cercana con los cánones actuales y a la vez supondría mayor tranquilidad a cada uno de los singapurenses homosexuales.
Este paso social en Singapur no lleva consigo los cambios en la concepción de los términos de matrimonio, por lo que Hsien Loong ha remarcado que desde su institución "defenderemos y salvaguardemos la institución del matrimonio. Según la ley, en Singapur solo se reconocen los matrimonios entre un hombre y una mujer", por lo que descarta cualquier opción a que exista un matrimonio igualitario entre personas del mismo sexo.
La sección 337A fue introducida en la época colonial Británica, estableciendo que era un delito cualquier "acto de indecencia grave con otra persona masculina", siendo condenadas las personas que incumplan dicha ley con dos años de prisión. Ante esta situación han sido diversas las organizaciones que han estado luchando contra dicha normativa.
La lucha LGBT+ en el sur de Asia sigue siendo uno de los temas más tratados, y es que en países como Bangladesh a las personas que sean homosexuales se les condenan a la muerte en machetazos, mientras que en Afganistán se le condenan a recibir latigazos. En países como India, hace cuatro años se despenalizaron las relaciones homosexuales. Eso sí, todavía queda una larga lucha para alcanzar la igualdad y la aceptación de las relaciones entre personas del mismo sexo.
Una victoria para el colectivo
Son diversas las organizaciones que han celebrado la derogación de dicha sección, aunque reconocen que ha tardado en llegar y ser aprobada. En una declaración conjunta de distintas organizaciones, han admitido que "Es un hito importante y una poderosa declaración de que la discriminación sancionada por el estado no tiene cabida en Singapur".
Durante siglos han sido distintas las personas que ha sido discriminadas, intimidadas y rechazadas en el país asiático, todo ello gracias a un acoso que según la ley vigente estaba permitido y no se podía hacer nada para evitarlo. Por ello, desde distintas organizaciones ven optimistas el futuro, aunque reconocen que esta nueva etapa en el país ha llegado tarde, especialmente "para esos que han tenido amenazas de detención policial, redadas y cargos penales, la derogación nunca podrá corregir por completo los errores históricos a los que se enfrentaron", comentaban en el comunicado emitido.