La vacuna contra el coronavirus se ha evidenciado como la mejor protección contra la Covid-19, ya que protege a los pacientes de desarrollar un cuadro grave de enfermedad. Sin embargo, algunos pacientes sufren efectos secundarios, generalmente con motivo de que su cuerpo está generando protección.
Estos efectos secundarios pueden afectar a su capacidad para realizar actividades diarias, pero deberían desaparecer en pocos días. Sin embargo, algunos efectos adversos pueden causar problemas a más largo plazo, aunque son inusuales después de cualquier vacunación.
Si se dan efectos adversos, generalmente ocurren dentro de las seis semanas posteriores a la recepción de una dosis, aunque normalmente se manifiestan pocos días después de haber sido administrada en el organismo.
Un nuevo estudio realizado por la Universidad Médica de Kaohsiung (Taiwán) y publicado por la Journal of Clinical Medicine ha asociado las vacunas contra el coronavirus a un nuevo efecto secundario. Se trata del síndrome de la OAB, conocido también como el síndrome de la vejiga hiperactiva.
La investigación realizada por la universidad taiwanesa ha contado con casi 900 participantes vacunados con dosis de AstraZeneca, Pfizer y Moderna. Hasta un 13,4% sufrieron un deterioro de los síntomas de tracto urinario inferior, como urgencia urinaria, la nocturna, la incontinencia y la polaquiuria, similares a los síntomas del síndrome OAB.
OAB
El OAB, conocido por sus siglas en inglés (overactive bladder) es un síndrome por el cual la vejiga adquiere un comportamiento hiperactivo. Se trata de una afección urológica marcada por la urgencia repentina de orinar. En algunos casos, los pacientes también experimentan un aumento en la frecuencia, fuga o nocturna, es decir, la necesidad durante las horas de sueño, interrumpiendo su descanso.
El síndrome de la OAB o vejiga hiperactiva conlleva la necesidad constante y repentina de orinar a todas horas. Aunque se puede controlar mediante distintas técnicas, suele alterar el modo de vida de las personas que lo padecen. Algunos problemas derivados de la vejiga hiperactiva son la ansiedad, alteración del sueño, problemas con la sexualidad o depresión. Sin embargo, hay que destacar que no es un efecto secundario que se encuentra entre los más comunes de la vacuna contra el coronavirus.