El 12 de diciembre de 2017, el mundo de la economía y las hipotecas cambió. Se podría decir que las redes también cambiaron un poco, pero ya están acostumbradas a este tipo de fenómeno. Lo que de verdad cambió, para bien o para mal, fueron las vidas de Silvia Charro y Simón Pérez, dos expertos en finanzas que, intentando informar sobre las hipotecas fijas, destrozaron sus carreras profesionales.
Ya ha pasado un año desde entonces, desde que este famoso vídeo grabado por Periodista Digital se viralizara y sus dos protagonistas se convirtieran en memes. Su forma de hablar de las hipotecas con tipos de interés fijo llamó la atención pero no por el contenido de su discurso, sino por la forma. Aparentemente ebrios y/o con síntomas de haber ingerido alguna sustancia que otra, intentaban mantenerse serios y profesionales delante de la cámara, pero no pudieron aparentar sobriedad.
Tras su histórico vídeo titulado '¿Por qué cambiar a hipoteca fija?', ambos han evolucionado mucho, sobre todo en su forma de vivir y de ganarse la vida. Tal y como afirman, sus nombres ahora tienen muchos adjetivos detrás y el mercado laboral en el que trabajaban ahora les da la espalda por todo sucedido.
Silvia y Simón: youtubers de éxito
A pesar de llevar un año rechazados por su propia profesión han intentado hacer de lo sucedido un beneficio. Silvia y Simón, que son amigos y pareja, gestionan tres canales de YouTube diferentes: 3.0 STV, un canal con más de 8.000 suscriptores donde hacen directos hablando de su vida y jugando a Fortnite; Silvia y Simón Directos 3.0, con 10.000 suscriptores donde hacen vídeos más cortos y haciendo consultorios personales y económicos; y SS Conexión, su canal principal donde tienen más de 40.000 seguidores y lo llevan con el manager de otro youtuber conocido, Jordi ENP.
Con una estrategia un poco difusa, pero eficiente, Silvia y Simón han hecho de YouTube su profesión y una forma de contar su vida de la que pueden sacar beneficio. Aunque ni de lejos llegan a los ingresos que tenían antes, poco a poco van haciéndose un hueco en la plataforma e intentan unirse a los contenidos de más éxito en la actualidad. ¿Quién iba a pensar que Simón Pérez, el especialista en hipotecas fijas, terminaría jugando a Fortnite?
Sus confesiones con Tiparraco
La bajada a los infiernos de Silvia Charro y Simón Pérez era algo que todos preveíamos. Sin embargo, ellos no muestran ningún reparo en confirmar lo dura que es su vida y lo mal que lo están pasando desde entonces. El conocido youtuber TiparracoSA, que actualmente centra su canal en entrevistas sin censura a todo tipo de personalidades, se reunió con ellos en mayo de 2018 para hacer un repaso a lo que es y fue su vida.
Simón y Silvia afirman que viven en casa de un familiar y que han pasado de tener "ingresos de 7.000 euros al mes a 0" y "han vivido por encima de sus posibilidades". Están registrados como autónomos para llevar sus canales, por lo que no cuentan con ningún ingreso asegurado al mes y dependen de lo que vayan ganando con las visitas. En el momento de la entrevista ellos confirmaban que, con la "estructura de gastos fijos de más de 2.300 euros al mes" que tienen con ciertos préstamos se les está haciendo difícil seguir para adelante.
Tras el vídeo, ambos perdieron sus trabajos y, a pesar de la experiencia y conocimientos que los abalan, lamentan que nadie les contrata por lo que conlleva su nombre y apellidos. A pesar de que algunos empresarios que los conocen estarían encantados de contratarlos les piden "un testaferro", alguien que dé su nombre para evitar que cuando el contrato "pase por un departamento de aprobación" lo rechacen.
Aunque lo han pasado muy mal y afirman que estuvieron todas las navidades del 2017 llorando, muestran una actitud muy positiva. Asumiendo que nada es tan grave en la vida y que no pueden ya hacer nada para cambiar su situación, mantienen sus canales de YouTube con alegría y sólo enseñan la parte positiva de su vida.
Aún así, ellos destacan que la peor consecuencia del vídeo de Periodista Digital recae sobre sus familias. Lo que conlleva llevar sus mismos apellidos y que los relacionen por ser sus familiares les está afectando. Además, tampoco parecen estar a favor de la vida que han decidido tomar ahora en internet: "No podemos entender el grado de censura al que estamos sometidos por la familia. Lo que nos dicen es '¿Por qué no te encierras en un agujero y dejas pasar seis meses sin salir a ningún lado?'"
El vídeo se grabó una primera vez pero no quedó bien
Silvia y Simón cuentan que se sintieron un poco engañados por Periodista Digital, el medio que publicó el polémico vídeo. En principio quedaron con el entrevistador del medio y grabaron un primer vídeo en el que el periodista también aparecía haciéndoles las preguntas. Su intención era crear un vídeo interesante que, en el contexto económico, fuera viral, pero nunca buscaban una repercusión tan general.
Este primer vídeo, que se grabó tras una comida larga con alguna que otra copa, fue echado para atrás por el entrevistador porque afirmaba que "no valía porque Silvia estaba muy verde, muy vergonzosa, no le hacía justicia".
Finalmente decidieron volver a grabar un segundo vídeo "pero al llegar a grabarlo ya pasó algo raro": "El tío dijo: 'Bueno, ¿sabéis que? Yo os dejo con la cámara solos, yo la enfoco y me piro, así Silvia no se corta tanto'".
Ellos ni siquiera eran conscientes de cómo había quedado el vídeo, así lo afirma Silvia en la entrevista: "Nosotros grabamos y al día siguiente nos marchamos a Mallorca. Y al día siguiente este señor no nos dice nada, ni al otro". Tal y como cuenta Simón, ellos pensaban que el vídeo había vuelto a quedar mal: "Vale, Silvia, 'El vídeo no vale, no lo va a subir, lo ha descartado y le sabe mal decirnos que no vale'. Nos olvidamos, aquello quedó enterrado en el pasado ya. No esperábamos que aquello volviese a salir a la luz nunca más".
Tras 10 días se publicó y el entrevistador les dijo que "el vídeo estaba triunfando", pero no se imaginaban lo que aquello quería decir. Ellos creen que "en la redacción de Periodista Digital hubo un debate durante 10 días si se subía o no se subía" y Simón sostiene que se publicó a propósito.
Nosotros pensamos que hay una mano negra, que no voy a decir quien es en concreto, pero que es una persona que trabaja en ese periódico que a mí me la tiene jurada desde hace tres años por un programa de televisión en el que coincidimos. En alianza con otra mano negra que está en forocoches (...) que me la tenían jurada hacía dos o tres años por un programa muy polémico en el que estuve y esta ha sido la venganza
Finalmente y jugando con el morbo que ahora suscita su popularidad, Simón afirma que "dejaría que le dieran por culo en directo por 1 millón de euros" o "por mil euros se tatuaría la cara de Puigdemont o una esvástica". Aunque Silvia es más reacia a esta "corrupción del capitalismo más básica", Simón haría lo que fuera por sacar sus vidas adelante.