James Potok, un joven de 28 años, se disponía a viajar desde Toronto a Montego Bay, en Jamaica. Potok, ansioso de conseguir atención y volverse viral. Así, no tuvo mejor idea que gastar una "broma" simulando tener el coronavirus.
"¿Pueden prestarme atención, pueden prestarme atención? Acabo de volver de la provincia de Wuhan", dijo en pleno vuelo, alertando a todos los viajeros, según ha informado él mismo a Global News.
Flight to Jamaica was forced to return back to Toronto after an unruly passenger made a claim that he has the coronavirus.Westjet said, "out of an abundance of caution," the flight crew followed all protocols for infectious disease on borad.#coronaviruspic.twitter.com/Wm6eNIRJeO
— Marietta (@MariettaDaviz) February 4, 2020
"Soy artista y cualquier publicidad es buena", dijo, excusándose mientras remarcaba que lo único que quería era convertirse en alguien popular en redes sociales. Cuando decidió gastar aquella broma, esperaba una reacción del resto de pasajeros que pudiera grabar y de la que las redes se hicieran eco. Pero no era consciente de lo que había causado: el avión interrumpió el vuelo y volvió a Canadá.
Otras dos pasajeras de aquel 2702 de WestJet a las que también entrevistó Global News, aseguraron que en realidad el joven afirmó, en alto, que acababa de volver de Wuhan, recordando que es "una de las ciudades capitales de China, centro del coronavirus". También dijo que estaba gravemente enfermo, algo que avivó aun más la tensión. "Mi madre se preocupó mucho y pidió mascarillas", aseguró una de ellas.
Una broma que le saldrá cara
Después de que el "graciosillo" sembrase la alarma, la tripulación llevó a cabo todos los protocolos para enfermedades infecciosas a bordo, por lo que el avión regresó al aeropuerto canadiense y la policía y los médicos esperaron a que llegaran la tripulación y los 243 pasajeros. Allí, el personal médico evaluó a Potok y certificó que no tenía ningún síntoma.
"Arruiné el vuelo a unas 200 personas", admitió el joven, pidiendo disculpas por aquella broma de mal gusto. Sin embargo, su perdón no será suficiente. La policía regional de Peel le detuvo el pasado lunes 3 de febrero, cuando se produjo el incidente, y el acusado tendrá que sentarse ante la justicia canadiense el próximo 9 de marzo, acusado de un delito similar al de desorden público.