En la mañana del 13 de enero han tomado posesión en el Palacio de la Zarzuela los 22 nuevos ministros del Gobierno de Pedro Sánchez y el acto no ha pasado desapercibido para nadie. La ceremonia en la que se encontraba el Rey Felipe VI se inició con el responsable de Justicia, Juan Carlos Campo, para actuar como notario mayor del Reino ante el resto de sus compañeros.
Tanto el nuevo vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, como el nuevo ministro de Consumo, Alberto Garzón, han prometido sus cargos portando en la solapa de sus chaquetas un pin de un triángulo rojo invertido que simboliza la lucha antifascista. Aunque Garzón ya lo había portado en más ocasiones, esta ha sido la primera de Pablo Iglesias en público.
Un símbolo de memoria
El triángulo rojo se usó inicialmente como sistema de marcaje de los prisioneros de los campos de concentración nazi. Cada prisionero recibía un color distinto en función de la razón por la que había sido ingresado en el campo. Así, rojo era el color que se utilizaba para distinguir a los prisioneros políticos.
En un principio se le asignó ese color exclusivamente a los comunistas, pero posteriormente se usó también para demócratas, liberales, socialdemócratas o cualquier otro interno de los campos que hubiera sido ingresado allí por motivos políticos o ideológicos.
Con el fin de la guerra, el triángulo rojo invertido se convirtió en un símbolo de antifascismo y de memoria de los prisioneros políticos que murieron en los campos de concentración.
Ya en 2016, Izquierda Unida, por medio de un escrito compartido en redes sociales manifestaba la razón por la que algunos militantes llevaban el símbolo en sus chaquetas: "Nuestra milicia diaria es en parte un homenaje a todos los que fueron, para que hoy podamos ser y un esfuerzo para que otros sigan siendo. Sin memoria, no habrá futuro". Además, es un símbolo quetiene una larga tradición en la formación, pues la llevaban excoordinadores federales como Cayo Lara y Gaspar Llamazares, como también han explicado.
Todos los nuevos cargos de Unidas Podemos en el Consejo de Ministros han prometido el cargo siguiendo la fórmula habitual, con una mano sobre la Constitución, sin ningñun símbolo religioso, y jurando lealtad al rey, aunque han incorporado al final la fórmula "Consejo de ministras y ministros".