Tras dos años de celebraciones de Semana Santa con restricciones debido a la pandemia de coronavirus, parece que la normalidad está de vuelta, al menos en lo que a esto se refiere. A lo largo de esta semana los fieles podrán disfrutar de las procesiones y las Hermandades serán las encargadas de llenar las calles de colores.
Si bien en sus orígenes el negro era el más común, tanto para vestir a las Dolorosas de las cofradías como a los penitentes que las acompañaban, hoy en día, durante esta época del año, España se viste de múltiples colores, cada uno de ellos con un significado concreto.
Pero, ¿por qué los colores? El color ha sido tradicionalmente utilizado por la Iglesia para explicar al pueblo de manera pedagógica la pasión, muerte y resurrección de Cristo. Según el investigador mexicano Eulalio Ferrer en su libro 'Los lenguajes del color', fue en el año 1200 cuando el papa Inocencio III codificó el valor simbólico atribuido a los colores, los cuales fueron posteriormente revalidados por Pío V: blanco, rojo, verde y morado a los que más tarde se añadirían rosa, amarillo, dorado y azul.
1 Negro y morado
Son los colores más representativos en esta festividad, tanto en los capirotes como en las túnicas de los nazarenos de las diferentes hermandades en varios puntos de España. El negro es el color del duelo, del luto pero, a la vez, es un color de "abrigo a la fe divina", según señala Ferrer, y es por ello por lo que es el color por excelencia del Viernes Santo. Por su parte, el morado es el color de la Cuaresma, pero también de la penitencia y la vigilia. Un color que invita a la reflexión espiritual durante la Semana Santa.
2 Blanco
El color blanco en la tradición cristiana hace referencia a la pureza, pero también a la alegría, a la luz. Es común emplearlo para representar a Cristo resucitado pero también de manera más destacada en Domingo de Ramos, que rememora la entrada de Jesús en Jerusalén. El blanco es también un color muy utilizado en las ofrendas de flores.
3 Rojo
El color rojo es el color de la sangre, del fuego del Espíritu Santo y de los santos mártires. En Semana Santa simboliza la sangre derramada por el Salvador, haciendo alusión a su amor. Es por ello típica también su presencia en los claveles para adornar los pasos.
4 Azul, verde y carmesí
El azul es el color de la Inmaculada Concepción por excelencia y suele estar muy presente en cofradías con una clara advocación mariana. El verde también simboliza la virtud de la esperanza y alude a la expectación de la Virgen, que espera la resurrección de su hijo. Es el color que viste la Esperanza Macarena de Sevilla y los nazarenos que la acompañan. Por último, los tonos en carmesí son aquellos destinados a las órdenes cardenalicias.