Por si no tuviéramos suficiente con las aspiraciones mesiánicas tanto de Rajoy como de Puigdemont, ahora hasta siete personas de diferentes países compiten por el título del mesías en la Tierra. El debate entre ateos y creyentes va resultar ser una quimera. Lo verdaderamente importante se disputa entre siete mentes prodigiosas que han sentido la llamada del Todopoderoso.
Quizá le ha llegado la hora a la Humanidad de conocer su verdadero destino. Incluso puede que se avecine una nueva oleada de penurias que pongan fin a la existencia del ser humano como la que aseguraba el iluminado David Meade que exija el liderazgo de un nuevo Dios que imponga el orden. O, simplemente dentro de una lógica razonable, existen individuos con la cara tan dura como para engañar a un rebaño de personas ingenuas e incultas con la intención de vivir a costa de sus honorarios como fieles seguidores.
La propia Biblia ya lo advertía: "Porque surgirán falsos Cristos y falsos profetas que harán grandes señales para engañar, de ser posible, aún a los elegidos" (Mateo, 24:24). ¿Querrá decir esto que los fieles creyentes no leen su propio manual de estilo de vida?
A continuación, presentamos una lista de las siete personalidades que dicen encarnar al mismísimo Dios, ese al que millones de personas le rezan cada noche para intentar apaciguar (¿lo consiguen?) sus conflictos interiores:
1 INRI Cristo
Corría el año 2006. España estaba en la Champions League europea y el PP se mezclaba con el populacho -pisando las calles- con pinzas en la nariz para protestar contra las leyes progresistas de Zapatero. En este contexto internacional, en el que nuestro país era el hazmerreír europeo por tener la derecha más cateta del mundo desarrollado, Álvaro Inri Cristo Thais predicaba su mesiánica labor a través de la Suprema Ordem Universal da Santíssima Trindade (SOUST) instalada en la capital de Brasil. Jerusalén se pegaba un viaje interestelar como los de Álvaro Inri Cristo Thais en sus bacanales.
Álvaro era vidente y atendía a sus clientes por el nombre de "Yuri de Nostradamus". Sin embargo, un día, así cualquiera, Dios le reveló durante un ayuno espiritual celebrado after party que él era el mismísimo Jesucristo, su verdadero hijo. Tras sospechar que su trabajo como vidente podía caducar cuando se revelara la verdad de su "magia", este prodigioso hijo del señor se rebautizaba como "Inri Cristo".
Pese a su edad avanzada, comenzó a predicar a sus fieles, concretamente a seguidoras jovencitas que dormían en el recinto de su iglesia para salvaguardarse del frío callejero. Este hecho provocó multitud de montajes que hoy en día serían virales.
2 Jesús de Kitwe
Si los de Hazte Oír levantaran cabeza, probablemente el africano Bupete Chibwe Chishimba se dedicaría a otras labores que no fueran las de ser Dios. Este hombre de piel negra despertó un día y decidió dedicarse a la universidad de la vida. La ciudad minera de Kitwe tuvo la suerte de conocer al primer Todopoderoso negro de la Historia de la Humanidad: un adelanto a nuestros tiempos.
Bupete era taxista, aunque a veces se envolvía en una túnica y se pateaba las calles predicando con la Buena Nueva religiosa. Sin embargo, no siempre ha corrido la misma suerte: en muchas ocasiones son los propios creyentes los que lo rechazan por ser negro. No por creerse Dios, sino por ser negro. Todo un escándalo.
3 AJ Miller, el Jesucristo australiano
Alan John Miller es líder de la secta Verdad Divina de Kingaroy (Australia). Su fiel compañera se llama Mary Luck. Miller asegura que recuerda casi a la perfección cuando, en una revuelta sin precedentes, sus contrarios le crucificaron hace siglos: "Tengo recuerdos muy claros de la crucifixión, pero no fue tan angustioso para mí como lo fue para María (Mary Luck), que estaba presente", declaró sin ningún tipo de vergüenza.
Miller asegura que conoció a Sócrates, a Platón, a diferentes Papas y al mismísimo Manuel Fraga en el mundo de los espíritus. Su discurso es tan convincente que sus seguidores se dejan hasta el último céntimo de sus ahorros para sufragar la costosa vida de su mandamás. Todo en nombre de la religión y de los postulados eclesiásticos.
4 Jonás DIOS del Perú
Otro enviado de Dios que viene a salvarnos. Esta vez desde un país latinoamericano. Concretamente en Perú, Ezequiel Ataucusi Gamonal fundó la Iglesia Israelita del Nuevo Pacto Universal. Su cometido parecía ser más fácil que la solución al conflicto catalán: prometía transformar y arreglar el mundo. Era la misión para la que había nacido. Eso sí, sin colaboración económica, este humilde señor no podría llevar a cabo sus grandes obras. Cualquiera lo confundiría con un discípulo de los Pujol.
Tras fallecer, sus fieles esperaron durante tres largas jornadas para ser testigos de su resurrección. Y, de paso, asegurarse de que habían invertido correctamente sus ahorros. Sin embargo, la vuelta a la vida no llegó. -¿Por qué?, se preguntarán muchos-. Su hijo, Ezequiel Jonás, aparecía en escena asegurando que su padre había resucitado en él. Se autoproclamó Jonás DIOS de Israel -DIOS en mayúscula por si alguno de sus fieles tenía falta de vista- y consiguió atraer a todo un ejército de creyentes. Los ahorros de los fieles, por fin, se habían visto amortiguados.
5 Vissarion, el Cristo de Siberia
Aquellos que sufren las tempestades de las altas temperaturas también tienen derecho a tener su Dios. Y así fue. Durante los años ochenta, Sergey Torop dejó su complicada tarea como guardia urbano tras una revelación divina: era la reencarnación de Jesucristo.
Bajo el nombre de Vissarion -ahora se comprende la inspiración de los guionistas de Juego de Tronos para renombrar a uno de los dragones de Daenerys Targaryen-, este ex guardia urbano reclutó a un ejército de fieles y se dedicó a predicar sus cantos religiosos en una residencia compartida con sus seguidores. La única diferencia que existe entre el catolicismo de Vissarion y los católicos de toda la vida, los que "hacen cosas" -como diría Rajoy- es que este ejército de fieles celebra la Navidad el 14 de enero, fecha de cumpleaños del Dios Vissarion, casi empatando con las vacaciones de Semana Santa.
6 Jesús Moses, el Cristo rapero
El mundo del rap no iba a ser menos, es lo que debió pensar Moses Hlongwane. Este hombre de piel negra y cantante de rap residía en Eshowe (Sudáfrica, 1992). Un milagroso día, recibió un mensaje del Todopoderoso mientras dormía la mona tras pegarse la fiesta padre y decidió convertirse en Dios. Uno negro.
Para ello, llegó a dejar su trabajo en una joyería y guantes blancos mediante comenzó a alertar sobre el Apocalipsis por toda Sudáfrica. Eso sí, para llevar a cabo su misión, se casó con una chica menor de edad. Además de arrebatarle el uso de la razón a sus fieles, se atrevió a robarle la infancia a una pobre adolescente. En este caso, la justicia fue divina: apenas congregó a unos cuarenta fieles.
7 José Luis de Jesús, el Cristo del 666
Es el último caso de todos los mencionados pero no por ello el menos importante. Su labor resulta doblemente peligrosa: José Luis de Jesús aseguró sentir cómo Dios se fundía con su alma y daban vida a un nuevo ser. Cristo y Anticristo en un solo cuerpo. Desde entonces, sus fieles seguidores le apodaron como Apóstol, Doctor, Papá, Dios, Papi y Jesucristo Hombre.
Su número de sirvientes era elevado, así como los ingresos que esto le supone. Las labores todopoderosas las lleva a cabo en Miami, donde fundó su culto Creciendo en Gracia -y viviendo la vida padre-. Entre sus predicaciones se encuentra negar la inexistencia del Diablo, del infierno y del pecado, rechazando así el código moral católico.
Para pertenecer a su secta es necesario tener tatuado un 666 en el antebrazo. Su desenfrenada vida, rodeado constantemente de dinero, lujos, mujeres y alcohol, le llevó a una precipitada muerte tras ser diagnosticado con cirrosis hepática en 2013. Sin embargo, su secta no quedaría desamparada: su viuda Lisbet la heredó y la refundó bajo el nombre de Rey de Salem. Para continuar con el engaño a sus fieles, aseguraba que en su interior habitaba el mismísimo Jesucristo. El apodo no se hizo esperar: Cristolisbet, siendo la primera mujer Dios de la Historia de la Humanidad. Toda una revolución para los tiempos que corren.