Una mujer de la localidad de Cheshire, Reino Unido, ha sido condenada a siete años y seis meses de cárcel por realizar una negligencia extrema al esconder a una de sus hijas en un cajón durante tres años.
La mujer tuvo un parto natural en la bañera de su casa en 2020 pero decidió esconder el nacimiento del bebé y el propio embarazo del resto de integrantes de su núcleo familiar y no la registró legalmente.
La acusada quiso esconder el embarazo debido a la relación abusiva en la que se encontraba con el padre del bebé.
La madre en la actualidad tenía una relación con una nueva pareja y más hijos con los que si se relacionaba de manera natural y con los que hacía planes familiares normales.
Tras el nacimiento, la madre metió al bebé en un cajón en su dormitorio donde le alimentaba con una jeringa y le cambiaba los pañales. La situación se destapó gracias a una visita que escuchó un ruido extraño proveniente del cajón donde el bebé estaba y al descubrir al menor llamó a las autoridades.
La llegada de las autoridades y los medios
La policía encontró a la niña con claras señales de desnutrición y problemas de desarrollo, no era capaz de andar ni gatear y presentaba el desarrollo de un bebé de 10 meses. Tampoco contaba con la capacidad de habla ni expresaba ruidos.
El periodista del diario The Guardian que fue al lugar de los hechos cuenta que se quedó sorprendido al ver a un bebé tan calmado balanceándose en una silla y mirándole a los ojos.
La madre contestaba a las preguntas que se le realizaban de manera honesta y sin emociones, con una postura calmada, llegando incluso a responder a la pregunta de las autoridades sobre la localización del bebé como: "Sí, en el cajón" sin expresión ninguna.
La niña ya se encuentra en una casa de acogida intentando llenar un vacío que, como especificó la fiscal Rachel Worthington, era de gran magnitud. La menor nunca había tenido ni un cumpleaños ni una navidad y se le había arrebatado la luz natural y el aire fresco.