Como cada año, en los días anteriores a la navidad Albania celebra su clásico Festivali i Kenges, que en 2024 ha afrontado su edición número 63. El Palacio de Exposiciones y Congresos de Tirana se llena hasta la bandera para conocer las treinta propuestas candidatas no solo a vencer el certamen, sino también a ser la abanderada del país en Eurovisión.
Este año el festival tenía especial picante ya que volvía una ídola de masas en el país como es la artista pop Elvana Gjata. Ella, que se quedara a las puertas de Eurovisión en la edición de 2020 por un polémico fallo final del jurado, apareció en escena con 'Karnaval', un tema que jugaba de nuevo a la baza de la explosividad y el 'mood' de diva a la máxima potencia.
Con la duda en el aire de ver cómo la trataría el jurado, paradójicamente en esta ocasión tanto jurado como televoto han decidido que la propuesta de Elvana no era la idónea para Basilea, eligiendo como ganadores al dúo Shkodra Electronike con el tema 'Zjerm', una propuesta mucho más arraigada a la cultura albanesa que consiguió vencer tanto en el jurado como en el televoto. La canción de Elvana Gjata tuvo que conformarse con ser la favorita del voto de la diáspora albanesa, una variable que han introducido este mismo año en el concurso.
Generando probablemente el primer gran 'Eurodrama' del año en el fandom eurovisivo (segundo si contamos todos los líos de la elección de Montenegro), Albania dejaba de lado un concepto tremendamente festivalero, en el que la propia Elvana Gjata aparecía cayendo del techo, acababa encima de una plataforma que la llevaba al cielo, o hacía una escalera encima de sus bailarines. Peripecias propias de una Superbowl, pero que no han convencido a sus compatriotas.
¿Qué tal es 'Zjerm'?
Rara vez los albaneses no apuestan por un sonido que no suene al folklore del país. Y quizá por eso han elegido la propuesta del dúo Shkodra Elktronike, este 'Zjerm' que juega con los toques étnicos y electrónicos a las mil maravillas sin perder la esencia del país balcánico.
Si bien a nivel escénico no aportan absolutamente nada nuevo, quizá penados por el escenario del Palacio de Exposiciones y Congresos de Tirana y su poca versatilidad, quizá ese es el único lunar a arreglar de cara a Basilea. Con las clásicas remodelaciones de las canciones albanesas que año tras año van a Eurovisión, para 2025 tenemos la percepción de que el tema está listo y dispuesto en cuanto a sonido para Eurovisión 2025.
Más allá del ruido y de la decepción de parte del fandom por la pérdida de Elvana Gjata en el camino, Albania elige un tema que suena a ellos y que tiene un estribillo tremendamente atractivo. Habrá que ver el resto de muestra de canciones que tengamos en Basilea, pero a primera escucha Albania podría seriamente pensar en seguir llegando a la final en mayo.
