Ocho años lleva Shannen Doherty luchando contra el cáncer. Fue en 2015 le diagnosticaron cáncer de mama, lo que la llevó a un duro proceso de quimioterapia y radioterapia hasta someterse a una mastectomía. En 2017 le informaron que su tumor estaba en remisión, pero en febrero de 2020 le comunicaron que había vuelto y estaba en estadio 4.
Después de que el pasado mes de enero le comunicaran que había llegado al cerebro, ahora la actriz ha anunciado que se ha extendido a los huesos. Desde la revista People ha lanzado un alegato sobre las ganas que tiene de seguir viviendo: "No he terminado con la vida. No he terminado de amar. No he terminado de crear. Todavía no he terminado con la esperanza de poder cambiar las cosas para mejor. No es que tenga miedo a morir, simplemente, no me quiero morir".
Las reflexiones de Doherty
La intérprete, recordada por sus papeles en 'Sensación de vivir' y 'Embrujadas', aborda esta nueva fase de una forma diferente. "Cuando te preguntas: '¿Por qué yo? ¿Por qué tuve cáncer? ¿Por qué ha vuelto? ¿Por qué estoy en fase 4?' Todo te lleva a buscar el propósito más importante de la vida", ha expresado en la citada publicación.
Doherty, que se suma a ensayos clínicos para mejorar su calidad de vida mantiene intactas sus ganas de seguir trabajando,. "La gente da por sentado que esto significa que no puedes andar, que no puedes comer, que no puedes trabajar. Te ponen de patitas en la calle a una edad demasiado temprana: 'Estás acabado, estás jubilado'. Y no es así", ha defendido.
Consciente de su situación, la intérprete se abraza con optimismo a su fe. "Mi mejor recuerdo está aún por llegar. Me levanto y me acuesto dando gracias a Dios, rezando por las cosas que me importan sin pedir demasiado. Me conecta con un poder superior y con la espiritualidad. Mi fe es mi mantra", confiesa.