La polémica que ha despertado el autobús tránsfobo de Hazte Oír ha hecho que comience a sonar en muchos medios el debate sobre qué es identidad de género, y cómo esta está relacionada con la identidad sexual. El desconocimiento que hay respecto a un tema tan poco tratado como es este es increíble, y es que hay quien cree que identidad sexual e identidad de género son lo mismo.
Hay muchas explicaciones que nos llevarían a entender por qué este desconocimiento, estos tabúes. Pero quizás la más acertada es que, durante mucho tiempo, las personas transgénero y las personas transexuales han tenido que ocultarse porque, socialmente, estaba mal visto salirse de lo normativo. Si tú nacías con genitales de mujer, debías ser mujer y sentirte como tal al completo; de otra forma, estabas enfermo y debías ser tratado por un psiquiatra. Por suerte, gracias al testimonio de cada vez más personas, estos términos son menos desconocidos y se puede hablar de ellos en voz alta sin que todo el mundo los juzgue. Porque el entendimiento y la comprensión aún están lejos, por desgracia.
La única forma de combatir la discriminación que sufren desde este colectivo es hablar sin pelos en la lengua de la identidad sexual y de la identidad de género, aprender a diferenciarlas, y analizar detenidamente qué es ser cisgénero, por ejemplo. Así que eso es lo que vamos a hacer hoy.
Identidad sexual e identidad de género
Comencemos, pues, por la identidad sexual. Esta hace referencia a la percepción que una persona tiene sobre sí misma en cuanto a sentirse identificado con los genitales de un hombre o con los genitales de una mujer. Si una persona nace en el cuerpo de un hombre, pero realmente su identidad sexual se identifica con los genitales de una mujer, probablemente lo que querrá será hacer que el cuerpo se ajuste a lo que realmente es. Se habla de "mujeres que se sienten hombres", y realmente no es así; son hombres, independientemente de los genitales con los que hayan nacido.
Hay que mencionar aquí un punto importante antes de continuar, pese a que lo remarcaremos más adelante: no todas las personas transexuales tienen que "transicionar" para ser mujer u hombre. Una mujer es mujer, independientemente de los órganos sexuales que tenga. Porque el hecho de ser mujer va mucho más allá de tener vagina.
Dentro de la identidad sexual, hay varios conceptos que también son muy importantes. El primero de ellos, y con el que estamos más relacionados, es la orientación sexual. Esta hace referencia a la atracción sexual que alguien puede sentir; por ejemplo, si solo siente atracción por personas del sexo contrario, será heterosexual. Si siente atracción por personas del mismo sexo, será homosexual, mientras que si siente atracción por una persona sin tener en cuenta su identidad sexual o de género, será bisexual.
Y es aquí también donde entra en juego la identidad de género que, pese a poder confundirse con la identidad sexual, va mucho más allá. La identidad de género hace referencia a la percepción que una persona puede tener sobre sí misma en cuanto a su propio género, y esta podría coincidir con la percepción de su identidad sexual, pero también podría no hacerlo.
Género y sexo biológico, dos conceptos diferentes
El sexo biológico es aquel que se ve claramente representado en nuestros genitales, hasta ahí todo claro. Pero, entonces, ¿qué es el género? Pues el género sería, entonces, el conjunto de características que cada sociedad asigna a hombres y mujeres. Según la Organización Mundial de la Salud, el género hace referencia a "los roles socialmente construidos, comportamientos, actividades y atributos que una sociedad considera como apropiados para hombres y mujeres". Es decir, que mientras que el sexo es algo biológico, el género es social, algo que los seres humanos hemos construido y en torno al cual hemos edificado todas nuestra cultura.
Por ejemplo, en la cultura Occidental hablamos únicamente de dos géneros: hombre y mujer. Y ahí reside el problema que podríamos tener luego al tratar de diferenciar identidad de género e identidad sexual, porque creemos que al existir solo dos tipos de genitales distintos, solo hay dos identidades de género. Pero nada más lejos de la realidad. Si entendemos la identidad de género como un amplio espectro donde mujer está a un extremo y hombre está al otro, ya podremos ver que en medio quedan multitud de identidades de género igual de válidas.
Cuando una mujer nace en un cuerpo cuyos genitales son masculinos y, posteriormente, quiere "transicionar" se dice que es una mujer transexual; en el caso de los hombres, el término que se usa es exactamente el mismo. Una persona transexual sería, pues, una persona que nació con unos genitales con los que no se siente identificada. Mas cuando una persona nace con los genitales con los que realmente se siente identificados, se habla de una persona cisexual. Por ejemplo, una mujer que se siente identificada con los genitales con los que nació, o un hombre al que le sucede otro tanto de lo mismo.
Hay que mencionar aquí un punto importante antes de continuar, pese a que lo remarcaremos más adelante: no todas las personas transexuales tienen que "transicionar" para ser mujer u hombre. Una mujer es mujer, independientemente de los órganos sexuales que tenga. Porque el hecho de ser mujer va mucho más allá de tener vagina.
Dentro de la identidad sexual, hay varios conceptos que también son muy importantes. El primero de ellos, y con el que estamos más relacionados, es la orientación sexual. Esta hace referencia a la atracción sexual que alguien puede sentir; por ejemplo, si solo siente atracción por personas del sexo contrario, será heterosexual. Si siente atracción por personas del mismo sexo, será homosexual, mientras que si siente atracción por una persona sin tener en cuenta su identidad sexual o de género, será bisexual.
Y es aquí también donde entra en juego la identidad de género que, pese a poder confundirse con la identidad sexual, va mucho más allá. La identidad de género hace referencia a la percepción que una persona puede tener sobre sí misma en cuanto a su propio género, y esta podría coincidir con la percepción de su identidad sexual, pero también podría no hacerlo.
Género y sexo biológico, dos conceptos diferentes
El sexo biológico es aquel que se ve claramente representado en nuestros genitales, hasta ahí todo claro. Pero, entonces, ¿qué es el género? Pues el género sería, entonces, el conjunto de características que cada sociedad asigna a hombres y mujeres. Según la Organización Mundial de la Salud, el género hace referencia a "los roles socialmente construidos, comportamientos, actividades y atributos que una sociedad considera como apropiados para hombres y mujeres". Es decir, que mientras que el sexo es algo biológico, el género es social, algo que los seres humanos hemos construido y en torno al cual hemos edificado todas nuestra cultura.
Por ejemplo, en la cultura Occidental hablamos únicamente de dos géneros: hombre y mujer. Y ahí reside el problema que podríamos tener luego al tratar de diferenciar identidad de género e identidad sexual, porque creemos que al existir solo dos tipos de genitales distintos, solo hay dos identidades de género. Pero nada más lejos de la realidad. Si entendemos la identidad de género como un amplio espectro donde mujer está a un extremo y hombre está al otro, ya podremos ver que en medio quedan multitud de identidades de género igual de válidas.
[img=El género es una construcción social"
Mas hay personas que no se sienten identificadas con la concepción que nosotros tenemos de mujer, y tampoco con la concepción de hombre. ¿Qué son, entonces? La palabra que se utiliza es transgénero, o personas de género no binario. Las personas que sí que se sienten identificadas con el género con el que se les ha identificado desde que nacieron son denominadas personas cisgénero, término que puede que hayáis leído más de una vez.
Pero, entonces, ¿puede alguien ser transgénero y, aún así, no querer "transicionar"? Exactamente eso es lo que hemos señalado unos párrafos atrás. Imaginemos que una niña se siente identificada con sus órganos sexuales, y no tiene ningún problema con ellos, mas no quiere que la traten de niña porque, a nivel de género, cree que encaja más con el rol que deben cumplir los niños. Es totalmente válido, y es que sería cisexual pero transgénero. Entran en juego aquí los roles de género, que son las características sociales con las que una persona debe encajar solo por el hecho de tener unos genitales determinados. No dejan de ser roles, no deja de ser una imposición social, pero es algo con lo que tenemos que vivir mientras que nos encontremos en esta sociedad.
Para nosotros, que nos hemos criado en una sociedad donde lo normativo es ser cisexual y cisgénero, todos estos conceptos son demasiado nuevos y puede que nos cueste asimilarlos. No obstante, solo requiere de un poco de trabajo por nuestra parte: abrir la mente, leer mucho y tratar de comprender que no es ningún tipo de enfermedad psiquiátrica, ni mucho menos. El desconocimiento ya no es una excusa para la discriminación.