La segunda sesión de investidura de Isabel Díaz Ayuso como presidenta de la Comunidad de Madrid dejó un momento tan vergonzoso como preocupante de la mano de Rocío Monasterio. La portavoz de VOX tiró de racismo para dirigirse a Serigne Mbayé, diputado de Unidas Podemos. "Nuestro problema con el señor Mbayé no es que sea blanco o negro, es que saltó a nuestro país de forma ilegal. Se saltó la cola de muchos migrantes legales", lanzó.
El morado, en virtud del artículo 114 de la Cámara, pidió el turno de palabra para responder a Monasterio por alusiones: "En España no está permitido que se trate a una persona de manera racista. Yo soy español como ella y pido respeto. Retire sus palabras racistas hacia mi persona y hacia todos los migrantes". Incluso la presidenta de la Asamblea le pidió que retirara sus palabras, pero la ultra se negó a hacerlo.
De Senegal a la Asamblea de Madrid
Tras este episodio, Mbayé ha concedido una entrevista a El País donde ha explicado cómo se sintió al escuchar a la líder de extrema derecho y ha narrado cómo ha sido su camino vital hasta llegar a la actualidad. Así, ha dado a conocer algunos detalles de su viaje desde Senegal en patera.
"Embarqué en Saint Louis ?a 224 kilómetros al norte de Dakar? al atardecer. Vi una embarcación que estaba saliendo, pregunté y me dijeron que iba para España. No pagué nada. Fue una travesía durísima. Una semana por el mar donde no pasamos por la costa. Estábamos 95 personas y una se cayó cuando ya estábamos en alta mar. No pudimos hacer nada", ha explicado.
Asimismo, ha añadido qué sintió en aquella triste situación: "Fui pescador y había visto el peligro muchas veces. He visto a compañeros morir en el mar. Aquella tarde no lo dudé. No me entró miedo. En alta mar, eso sí, viví momentos durísimos. Sobrevivimos porque en esos viajes se lleva comida y se comparte. Pero nos faltó agua. Recuerdo un momento que fue muy crítico. Tuvimos que tirar el agua de los bidones para poder achicar el agua del mar que nos entraba en la patera".
También ha contado que vendió películas en Atocha, lo que le llevó a crear "una asociación de sin papeles en 2008 para luchar contra las redadas policiales e intentar cambiar el Código Penal". Según Mbayé, "esta lucha tenía que tener su propia rama y por eso creamos el sindicato de manteros. No solo para denunciar todo lo que les pasa a los vendedores, sino para que salgan de la calle y puedan tener otros trabajos".
