Se pone fin al proceso judicial contra los cinco hombres acusados de violar en grupo a una joven de 18 años durante la fiestas de San Fermín de 2016. Este jueves 26 de abril se ha hecho pública la sentencia cinco meses después del final del juicio. Desde el Palacio de Justicia de Pamplona y sin la presencia de los miembros de 'La Manada', como se hace llamar la pandilla, el juez ha dictaminado una condena de nueve años para cada uno de ellos por un delito de abuso sexual. Se descarta así la agresión sexual. También han sido absueltos de un delito contra la intimidad y solo uno ha sido condenado a dos meses de multa por hurto por el robo del móvil de la joven.
Cabe recordar que durante el juicio todos ellos se declararon inocentes señalando que todo lo que habían hecho con la víctima había sido consentido. Sin embargo, la fiscalía pidió para cada uno de ellos veintidós años de prisión por delitos de agresión sexual, intimidación y robo con fuerza mientras que la acusación popular elevaba su petición a veinticinco.
El presidente de la Sección Segunda de la Audiencia Nacional, José Francisco Cobo, ha leído el fallo en la sala de vistas 102 del Palacio de la Justicia de Navarra. El tribunal también ha impuesto a los miembros de 'La Manada' la prohibición de acercarse a la víctima a una distancia inferior a los 500 metros y la prohibición de comunicación con ella durante 15 años. Tras cumplir la pena de cárcel, además, deberán cumplir cinco años de libertad vigilada. La Audiencia de Navarra también ha considerado que son responsables civiles por lo que les ha condenado a indemnizar a la joven con 50.000 euros y con 1.531,37 euros al servicio navarro de salud.
De los tres miembros del tribunal, Ricardo González ha sido el juez que se ha desmarcado de sus colegas, José Francisco Cobo y Raquel Fernandino, para votar por la absolución de los cinco sevillanos. Su postura no es una sorpresa pues durante el proceso judicial se posicionó a favor de la libertad provisional de los acusados. Así es la posicion del juez González:
"En ninguna de las imágenes percibo en su expresión, ni en sus movimientos, atisbo alguno de oposición, rechazo, disgusto, asco, repugnancia, negativa, incomodidad, sufrimiento, dolor, miedo, descontento, desconcierto o cualquier otro sentimiento similar. La expresión de su rostro es en todo momento relajada y distendida y, precisaente por eso, incompatible a mu juicio con cualquier sentimiento de miedo, temor, rechazo o negativa. Tampoco aprecio en ella esa 'ausencia y embotamiento de sus facultades superiores' que se afirma por la mayoría de la Sala; por el contrario, lo que sugieren sus gestos y los sonidos que emite es excitación sexual".
La fiscalía recurre la sentencia
Un dia después de darse a conocer la sentencia contra 'La Manada' por la que han sido condenados a nueve años, la fiscalía de Navarra ha anunciado que presentará un recurso. El ministerio público mantiene que los hechos "son constitutivos de un delito de agresión sexual (violación) y no solo de abuso sexual", asegura el fiscal superior de la comunidad foral, José Antonio Sánchez-Villares.
La Fiscalía de la Comunidad Foral de Navarra asegura que, habiendo estudiado la sentencia de la Sección Segunda de la Audiencia provincial, "va a ser recurrida en apelación por infracción de ley ante la Sala de lo Civil y lo Penal del Tribunal Superior de Justicia de Navarra". El ministerio público mantiene su "consideración oficial" de que lo que hizo 'La Manada' fue "un delito de agresión sexual" y, por lo tanto, violación. La fiscalía había solicitado 22 años de cárcel para los cinco hombres.
Los hechos
El 7 de julio de 2016, una joven madrileña de 18 años denunciaba a las 3:08 que había sido violada por cinco hombres que se hacían llamar 'La Manada'. Durante la celebración de San Fermín, el grupo la encontró en un banco y tras conocerse la acompañaron a su coche, pero durante el trayecto la agarraron forzándola a entrar a un portal donde se produjeron los abusos.
Dentro del pasillo, valiéndose de su "superioridad física y numérica y de la imposibilidad de ejercer la más mínima resistencia, ante el temor de sufrir un daño aún mayor, ni huir del lugar, actuando de comú acuerdo y con ánimo libidinoso, le obligaron a realizar diferentes actos sexuales con cada uno de ellos", reza el escrito de la Fiscalía.
Tras violarla, "la dejaron tirada y semidesnuda" pero antes le robaron el móvil y destruyeron su tarjeta SIM para impedir así que pudiera pedir ayuda. Una pareja encontró a la joven llorando en un banco.
A las pocas horas, los cinco hombres fueron detenidos. José Ángel Prenda, Alfonso Jesús Cabezuelo, Ángel Boza, Jesús Escudero y Antonio Manuel Guerrero, procedentes de Sevilla, grabaron la violación con un teléfono movil, lo que sirvió de prueba fundamental para la resolución del juicio. Desde su detención, los cinco amigos han permanecido en prisión preventiva por el riesgo de fuga y reiteración delictiva según confirmó la Audiencia Provincial de Navarra. Cuatro de ellos están acusado de otro abuso sexual que, al parecer, tuvo lugar en Pozoblanco (Córdoba) unos meses antes de tener lugar el de San Fermín.
Un antes y un después
El caso de 'La Manada' ha supuesto un punto de inflexión en este tipo de delitos. La exposición mediática que ha tenido esta grave violación grupal ha lanzado el debate a la sociedad creando una gran conciencia colectiva sobre estos crímenes. Además, ha significado un examen a la justicia sobre su firmeza ante las violaciones que sufren las mujeres.
Uno de los puntos más polémica ha generado ha sido el juicio paralelo al que ha sido sometida la víctima. Esto sirvió como puntal de la defensa al señalar que las relaciones habían sido consentidas. Por si fuera poco, se realizó un informe sobre la joven mediante un detective privado con el objetivo de poner en duda las consecuencias psicológicas de la violación.
El rechazo ante este tipo de actos fue unánime y miles de personas salieron a las calles para mostrar su apoyo a la víctima. "Yo te creo", "No te estás sola" o "La Manada somos todas" fueron algunas de las consignas que se repitieron por toda España. Fruto de esta indignación, multitud de regiones comenzaron una política de tolerancia cero contra los abusos sexuales en sus fiestas locales porque "No es no".