La sentencia del tribunal de la sección segunda de la Audiencia Nacional, presidido por el magistrado José Antonio Mora, acreditará que el Partido Popular tenía una Caja B y que la sede de la formación política, en en la calle Génova 13, se pagó con dinero negro.
Según ha revelado la Cadena SER, el fallo judicial va a corroborar los aspectos fundamentales de los argumentos de las acusaciones. Después de que el juicio quedara visto para sentencia el pasado 12 de mayo después de practicadas casi 30 sesiones, la sentencia podría ver la luz el próximo mes de julio y en él se certificará la existencia de una contabilidad paralela en el PP.
Los jueces considerarán en la resolución judicial que la "realidad" de esa contabilidad paralela es un "hecho incontrovertible" sobre el que "no hay discusión" desde que ya fue confirmada por el Tribunal Supremo el pasado 14 de octubre, en su sentencia sobre la primera época de la Gürtel, que ha adquirido firmeza.
No cree a los exaltos cargos del PP
Además de la utilización de una Caja B, el magistrado también considerará que las reformas realizadas en la sede del PP en la calle Génova 13 fueron pagadas entre los años 2005 y 2010 con dinero negro. El tribunal concluye que no hay duda de que fue empleado este método opaco e ilícito para abonar la remodelación, basándose en la "ingente" prueba practicada y en los informes periciales presentados. De esta manera, desestima y no considera creíbles los testimonios de Aznar, Rajoy, Cospedal, Cascos o Arenas.
Otro de los aspectos que deberá revelar la resolución judicial es el del presunto fraude del PP a Hacienda. Tras asegurar que las reformas se hicieron con dinero negro, la cifra total que no habría declarado a Hacienda ascendería de 1,2 millones de euros. Aunque algunos expertos de Hacienda señalaron que no había obligación porque ese dinero era destinado a fines propios.
Cabe destacar que la sentencia se ceñirá a los pagos en B por la sede central y los posibles fraudes fiscales y no valorará otros aspectos de la Caja B como las donaciones en negro de empresarios que nutrieron durante al menos 18 años esa contabilidad paralela.
