Toda España fue testigo del amargo final que nos encontramos al fondo del pozo donde estaba Julen. Durante esos momentos, todos (o casi todos) los medios de comunicación del país daban seguimiento al caso. Dos meses después de los hechos, se recrimina a varios medios que solo buscaban mantener tensión dramática a la hora de informar.
Cobertura excesiva
Muchas cadenas de televisión realizaban un "minuto a minuto" sobre lo que sucedía en el pozo de Totalán. Ahora, el Consejo Audiovisual de Andalucía (CAA) ha analizado el contenido de los programas que más tiempo hablarón de Julen. Su conclusión es que hay espacios televisivos en los que solo existe sensacionalismo y no rigor periodístico.
Según la CAA, Mediaset fue el conglomerado mediático con más horas de emisión totales. De este tiempo, 'El programa de Ana Rosa' se llevó 16 horas; 'Ya es mediodía', 11 horas; 'Sálvame', en sus diferentes franjas horarias, 10 horas; Informativos Telecinco, más de 9 horas. La cadena suma un total de 54 horas aproximadas, lo que sería un 21% de su emisión completa durante el suceso.
Por parte de Atresmedia, nos encontramos con 'Espejo Público' como el espacio que más tiempo invirtió en Julen (casi 11 horas). El programa de Susanna Griso también realizó especiales en los que encontrábamos hasta a Juan José Cortés (padre de la difunta Mari Luz) realizando declaraciones sobre la situación en el pozo.
¿Donde termina la información y empieza el dramatismo?
La CAA ha computado un total de 1.631 horas totales en todos los canales de nuestra oferta televisiva. El problema es que algunos de estos programas utilizarón técnicas que no deberían usarse según la deontología periodística. La CAA habla de que "se han encontrado imágenes de los padres captadas con teleobjetivos cuando aún no habían comparecido ante los medios".
Se han llegado a utilizar técnicas "para mantener una tensión pseudoinformativa cuando no se registran novedades y con la intención de mantener el dramatismo: utilización de música y efectos sonoros, conexiones en directo sin novedad informativa, reiteración de imágenes sin valor informativo".
Ahora solo falta que se pronuncien los juzgados. Pues realizar prácticas de este tipo ensucia el nombre del periodismo. La mayoría de acciones sensacionalistas se lanzarón en programas dedicados al entretenimiento, y al fin y al cabo ese no es su cometido.
