"Rosa de foc" o "Rosa de fuego". Estas palabras se han repetido en varias ocasiones a través de las redes sociales para referirse a la quema de contenedores en Barcelona y los disturbios que están produciéndose durante las últimas jornadas.
Una de las organizaciones que está moviendo esa consigna en Twitter es Arrán, la organización juvenil de las CUP. En un mensaje publicado en su perfil de redes sociales incluían una fotografía con el skyline de Barcelona cubierto de fuego y el siguiente texto: "Tercer día de protestas. La Rosa de fuego no claudica".
???????? Tercer dia de protestes. La Rosa de Foc no claudica. #NoClaudiquempic.twitter.com/IdvoZ5XDLv
— Arran #NoClaudiquem (@Arran_jovent) October 16, 2019
Pero, ¿a qué se refiere este término? En realidad, hace mención a un hecho histórico, trágico. En concreto, la conocida como Semana Trágica de Barcelona de 1909.
Unas revueltas con 78 muertos
Las Semana Trágica hace mención a las revueltas producidas entre los días 26 de julio y 2 de agosto de 1909. Los incendios registrados en aquella ocasión llevaron a que el periodista Antonio Loredo utilizase el término "rosa de fuego" para referirse a la situación que se registraba en la Ciudad Condal.
Los motivos que llevaron a aquellas manifestaciones eran distintos a los actuales. La gente no luchaba por la liberación de políticos ni la independencia de Cataluña: las revueltas realmente se producían en contra del decreto de Antonio Maura para enviar tropas de reserva a la guerra de Marruecos.
El control de las movilizaciones finalmente quedó en manos de grupos anarquistas que comenzaron a quemar la ciudad, en especial 21 iglesias y 41 conventos. Todo terminó dejando un saldo de 78 muertos (75 civiles y tres militares), medio millar de heridos.
El Gobierno de Maura optó entonces por una represión especialmente intensa que únicamente sirvió para desencadenar una fuerte escalada de violencia. Se clausuraron los sindicatos y se cerraron todas las escfuelas laicas.
Finalmente, el PSOE se unió al bloque de izquierdas que, junto al Partido Liberal, inició protestas al grito "Maura, no". El presidente acudió a un encuentro con el rey Alfonso XIII para plantear su dimisión y el monarca, finalmente, aceptó su salida el 22 de octubre de 1909.
Una nueva plataforma: Guerra Catalana
La mayoría de radicales que están originando ahora los disturbios en Barcelona tienen la intención de repetir aquellos hechos. Y están especialmente orgfanizados en una plataforma, presentada el pasado jueves 17 de octubre, llamada Guerra Catalana. El decálogo de este grupo se basa, precisamente, en aquellos hechos y se divide en cinco puntos de recomendaciones a la hora de actuar organizando disturbios.
El primero de ellos es la protección para proveer de cascos o gafas y organizar compras. En redes sociales se ha advertido de que algunos de estos artículos recomendados han llegado a agotarse en ciertos centros comerciales. El segundo es la experiencia: recomiendan elegir jefes de comando con experiencia en este tipo de actuaciones. El tercero es evitar las cargas policiales con una serie de pasos con el objetivo de avanzar en posiciones. La cuarta, son recomendaciones para localizar posibles infiltrados de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Y, en último caso, controlar las provocaciones, con el objetivo de forzar la actuación de la policía para enfrentarse a ella.
Desgastar a la policía
Las intenciones del grupo pasan por desgastar a la policía. Uno de sus líderes, según publica El Confidencial, indica cómo actuar: "La Policía no aguantará tantos días este ritmo. Ayer los acorralamos haciéndonos respetar. La Policía, tarde o temprano, petará física y mentalmente. No están acostumbrados a esto. Se les ha de marear y hacerlos correr arriba y abajo, crearles impotencia", señalaba en un texto.
Mientras tanto, las revueltas continuan. Las autoridades temen la llegada de simpatizantes antisistema de otros países como Alemania, Grecia o Italia. Barcelona ha sido tradicionalmente un punto de encuentro para estos movimientos y esta ocasión perfecta para reunirlos.