El infarto cerbral, más conocido como ictus, es la primera causa de muerte en mujeres y la segunda en hombres en España mayores de 55 años, según el Grupo de Enfermedades Cerebrovasculares de la Sociedad Española de Neurología (GEECV-SEN). Y, a pesar de ello, no conocemos los síntomas que nos indican que estamos sufriendo uno. Por eso, queremos explicar cuáles son los principales síntomas que alertan de un ictus.
1 Entumecimiento en el brazo o en una pierna
Es muy frecuente que cuando sufrimos un ictus tengamos una sensación repentina de debilidad y de entumecimiento. Cuando esto sucede, tenemos dificultades para mover los grupos musculares amplios, por ejemplo en un brazo o en una pierna. Esto se explica porque el infarto cerebral afecta a las neuronas del cerebro y de manera indirecta también lo hace sobre el modo en el que se activan los músculos, pues estos dependen de las órdenes que le manda el sistema nervioso. Asimismo, es frecuente que se nos quede paralizada una de las partes del rostro.
2 Boca torcida
Debido a la paralización de una parte del rostro nuestra boca quedará torcida y tendremos problemas para hablar. Al ser uno de los síntomas más visibles, podremos darnos cuenta del peligro que corremos y deberíamos acudir a un médico de manera urgente.
3 Alteración de los cinco sentidos
Sin nuestro cerebro no somos nada. Por lo tanto, si tenemos un ictus, veremos cómo nuestros sentidos pierden fuerza y comenzaremos a sentirnos extraños dentro de nuestro propio cuerpo. Y es que tendremos dificultades para procesar la información auditiva, táctil, visual, olfativa y del gusto. Los problemas más frecuentes son los de visión y el tacto.
Es posible que tengamos problemas repentinos de visión en uno o incluso en los dos ojos.
4 Problemas en el lenguaje
Para poder expresarnos o escuchar, es necesario llevar a cabo una serie de procesos mentales complejos que utilizan unas zonas amplias de la corteza cerebral, por eso si nuestro cerebro se ve afectado por un ictus veremos alterado nuestro lenguaje. Esto afecta tanto a la hora de expresarsnos como a la hora de entender a los demás. Por tanto, notaremos que en cuestión de segundos que nos cuesta ordenar las frases y pronunciar palabras sencillas y también que no entenderemos lo que nos quiere decir nuestro interlocutor.
5 Desorientación
El cerebro está compuesto por varios grupos de neuronas que, a su vez, están asociadas a los recuerdos. De manera que cuando una zona del cerebro se daña se produce una reacción en cadena y podemos sentirnos confusos de manera súbita. Esta sensación de confusión puede llegar acompañada de desorientación y de una pérdida de memoria.
6 Lipotimia y pérdidas de equilibrio
Los ictus pueden producirnos una lipotimia, es decir, podemos llegar a sentir que nos desmayamos y tener vértigos. El ictus puede afectar a las estructuras del cerebro encargadas de conseguir que varios músculos coordinen su actividad y como consecuencia podemos tener problemas de coordinación. Lo más frecuente es que nos cueste caminar y por tanto, mantener el quilibrio.