Recurrir a fantasías sexuales para avivar la pasión es una práctica muy frecuente. La cama y la postura del misionero acaban sumiendo a la pareja en la monotonía y al final el sexo acaba siendo una rutina equiparable a dormir o lavarse los dientes. No obstante, nuestro cerebro, el órgano sexual más potente, intenta que volvamos a encontrar el gusto por el erotismo activando todo tipo de fantasías en nuestra cabeza.
¿Ganas por devolver la pasión a tu vida? Te enumeramos una serie de fantasías que te ayudarán a volver a disfrutar delas relaciones, tanto en compañía como en soledad.
1 Tríos y orgías
El primer puesto se lo lleva la fantasía sexual más recurrente, tanto para ellas como para ellos. Mantener relaciones con más de una persona a la vez añade el ingrediente extra de lo nuevo y lo desconocido. No obstante, no es el sueño erótico que más éxito tiene, ya que el miedo y la dificultad para llevarlo a cabo en la vida real, provoca que se termine por desechar.
2 Sumisión y sadomaso
Generalmente, las mujeres disfrutan al imaginarse como objeto pasivo en las relaciones. Puede estar bien para añadir un ingrediente de novedad, pero este dato da mucho que pensar sobre el papel que se auto-otorga la mujere en la erótica. Esto es culpa de la sociedad y la de persistente enseñanza en que la mujer no debe llevar la voz cantante en el sexo porque es algo sucio. Igualmente, afamados libros eróticos como 'Cincuenta sombras de Grey' contribuyen a perpetrar este tipo de fantasías, donde una chica a parte de ser sumida en la obediencia sexual es sometida a la sobreprotección de un hombre cuya actitud controladora es más que cuestionable.
Por otra parte, la sumisión y el sadomaso son dos prácticas que pueden ayudar a reavivar la llama, pero lo ideal es cambiar de roles, puesto que una sumisión continua de la mujer puede abocar en aquello de lo que huimos, monotonía.
3 Morbo a ser descubiertos
Los lugares públicos son los preferidos para sustituir a la cama. Playas, probadores, ascensores, baños... El morbo a ser descubiertos incrementa la excitación, y no solo de forma psicológica, sino que las situaciones que conllevan peligro incrementan la dopamina, un neurotransmisor que procesa los estados de emoción positiva.
Eso sí, tened cuidado con el sitio escogido, que a ver si en lugar de incrementar la pasión, reducís el bolsillo con la multa que puede caer por escándalo público.
4 Los fantasmas de mis ex novios
Aunque no es de las fantasías más sonadas, invocar a antiguas parejas en las escenas eróticas es más habitual de lo que creemos. Así lo atestiguan varias mujeres que han participado en las encuestas del El Sextante: "Me encanta imaginar que mis dos ex me acarician y yo me dejo hacer", declara una de ellas.
Además, en este caso influye otro factor, la imposibilidad de llevarse a cabo, ya que tal y como atestigua la mujer terminó fatal con los dos. El verles a los dos reunidos para ella, devuelve la autoestima que perdió con ambas rupturas, y además, la sensación de poder sobre ellos otorga más emoción a la fantasía.
5 Atracción por los hombres uniformados
Tópico entre los tópicos, sí, pero efectivo. Tanto mujeres como hombres se excitan a la hora de jugar a los juegos de roles con componente erótico. Desgraciadamente, de nuevo, los hombres revelan preferencia por papeles sobre los que puedan dominar (colegiala) y las mujeres por roles que las dominen o las salven. En esta línea, el uniforme de bombero es el más cotizado entre ellas, quedando patente que el cuerpo de incendios sigue y seguirá presente en la erótica de nuestro país.
6 Sexo con desconocidos
¿Qué hay más nuevo que un desconocido? La pasión, el miedo y el morbo se entremezclan en una fusión de deseos, que hace del sexo con extraños la mejor fórmula para volver a encontrar el gusto por el sexo. Una de las participantes describía la fantasía así: "Voy por la calle y me encuentro con un tío al que me llevo a un callejón y ahí lo hacemos con mucha pasión y descuido". Una situación perfecta para llevar a cabo este último punto serían los bailes de máscaras.
Eso sí, en el caso de tener pareja es difícil reavivar la llama de esta forma. Aunque, es cierto, que la técnica 'swingers'(intercambio de pareja) en parte es lo que busca, añadiendo el ingrediente de la excitación por imaginar a tu pareja con otra persona. La guinda del cóctel de emociones.