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Una mujer lituana lleva 5 años sin recibir su pensión y nadie quiere arreglar el error

La Seguridad Social lituana admite su error tras retener una pensión pero no se disculpa tras cinco años de lucha, abogados y silencio institucional.

Una mujer lituana lleva 5 años sin recibir su pensión y nadie quiere arreglar el error

Nijolé tiene 69 años, vive en Birmingham y aún no entiende cómo un error administrativo pudo robarle cinco años de pensión. Tras casi dos décadas residiendo en Inglaterra, esta jubilada lituana descubrió que la pensión que había cotizado legalmente en su país nunca llegó. Al contactar con Sodra, la Seguridad Social de Lituania, no recibió explicaciones. Solo silencio, llamadas sin respuesta y trámites sin fin.

A pesar de haber cotizado de forma puntual durante toda su vida laboral, Nijolé se vio obligada a recurrir a una abogada cuando, después de múltiples intentos, no lograba resolver la situación. Su caso cobró visibilidad en medios lituanos, no solo por el error cometido, sino por la falta de responsabilidad institucional una vez que el fallo fue admitido.

Durante este tiempo, además, Nijolé no podía trabajar: su marido había sufrido un derrame cerebral y necesitaba cuidados constantes. Ella fue su única cuidadora, sin recibir ninguna ayuda estatal. "Es como si no existieras. Llamas, explicas, insistes... pero nadie te escucha", resume.

Una solución tardía y sin compensación

Tras años de insistencia, Sodra reconoció finalmente que se había equivocado. El error consistía en que solo se le pagaba la mitad de la pensión que le correspondía. Cuando por fin se le abonó el total atrasado —más de 16.000 euros— Nijolé ya había perdido mucho más que dinero. "Tuve que pagar abogados de mi bolsillo. Y lo peor es que nadie pidió perdón", lamenta.

Nijolé consiguió más de 16.000 euros por las pensiones retrasadas
Nijolé consiguió más de 16.000 euros por las pensiones retrasadas Envato Elements

La abogada que llevó su caso, Sandra Paulauské, asegura que hay más personas en la misma situación: "El sistema no está diseñado para facilitar el acceso, sino para desgastar. Muchos no tienen la fuerza para reclamar lo que es suyo".

Desde Sodra reconocen que hay errores y aseguran estar revisando los procedimientos. La ministra de Seguridad Social y Trabajo, Inga Ruginienè, ha prometido cambios. Pero para Nijolé, estas promesas llegan demasiado tarde. "Lo mínimo era una disculpa. No se trata solo de dinero, se trata de dignidad".

Su caso ha servido para poner el foco en la gestión opaca y burocrática de las pensiones en Lituania, especialmente entre aquellos que, como Nijolé, viven en el extranjero y no tienen fácil acceso a los canales oficiales. Ella ya ha recuperado su pensión, pero sigue esperando algo que ningún funcionario ha sabido ofrecerle: una muestra de humanidad.

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