Tras la marcha del PP de su histórica sede en Madrid ubicada en Génova 13, Pablo Casado pretende desvincularse de un pasado lleno de corrupción y de cuentas opacas. El PP recurrió a donaciones secretas de grandes empresarios para financiar la reforma de la sede central entre 2005 y 2010 y pagó una parte de los costes en 'B'. "No estaremos preocupados por nuestro pasado, sino ocupados en el futuro de los españoles. Cambiaremos de sede", ha afirmado Casado en un tuit.
No estaremos preocupados por nuestro pasado sino ocupados en el futuro de los españoles
— Pablo Casado Blanco (@pablocasado_) February 16, 2021
Cambiaremos de sede, celebraremos una convención nacional, ensancharemos nuestro espacio electoral, reforzaremos la estructura territorial sobre todo en Cataluña y mejoraremos la transparencia pic.twitter.com/cEcNbzds2e
Según informa El Diario, el PP vasco, liderado por Carlos Iturgaiz, tiene en venta su cuartel general en Gran Vía, 89, en Bilbao, un local que fue adquirido en 1999 con dinero de una cuenta denominada 'Sede Vizcaya' abierta por Luis Bárcenas y que según la Policía Nacional tenía "las mismas características" que el resto de contabilidad "extracontable" del partido, es decir, que se nutría de aportaciones opacas de terceros.
Tanto la sede en Bilbao como la de San Sebastián están en venta desde hace años y desde el partido aseguran que el motivo es puramente económico por la pérdida de concejales y parlamentarios vascos. La sede central del País Vasco se ubica en una de las calles principales de Bilbao, cerca del Sagrado Corazón. Ahora, el piso de unos 600 metros cuadrados se queda grande. Algo parecido les ha pasado a los guipuzcoanos, quienes actualmente solo tienen cinco representantes públicos: cuatro concejales y un juntero. Los dos edificios conservan las fuertes medidas de seguridad que tuvieron que implantar por la presencia de ETA.
El PP también pierde fuerza en Cataluña
No solo en el País Vasco el PP ha ido perdiendo escaños. Tras las elecciones catalanas celebradas el 14 de febrero, la formación liderada por Alejandro Fernández ha tenido que hacer frente al peor resultado de la historia del PP catalán, obteniendo solo tres escaños. La irrupción de Vox en el panorama catalán y la declaración de Bárcenas en el juicio sobre la caja B del PP, han impedido que los populares consiguieran conservar su -ya escasa- presencia en Cataluña.
"Nuestro resultado es muy malo, porque no hemos logrado los objetivos que teníamos inicialmente, que eran crecer y lograr grupo parlamentario propio. Es verdad que ha habido momentos que han supuesto un auténtico terremoto para la campaña electoral, pero hay que asumir los resultados", declaró Fernández en la rueda de prensa tras el resultado de las elecciones.