La familia Montoya ha puesto a la venta la casa de El Campillo, en Huelva, en la que fue asesinada la joven Laura Luelmo. Según publica El Periódico, la vivienda situada en el número 1 de la calle Córdoba de la pequeña localidad onubense en la que Bernardo Montoya confesó haber matado a la profesora ha sido puesta a la venta por 6.000 euros, un precio menor del valor real del inmueble.
Según la familia del encarcelado, el objetivo es deshacerse de la vivienda, desmintiendo así que la finalidad sea conseguir dinero para pagar el abogado de Bernardo. "Está muy por debajo del valor del mercado, lo que demuestra que solo pretendemos deshacernos de una vivienda que no utilizamos y que genera gastos", aseguran.
Los Monyota tienen, además, intención de realizarle una oferta de compra al Ayuntamiento de El Campillo. "Sabemos que muchos vecinos no quieren que ningún Montoya vuelva a pisar el pueblo. Si el Ayuntamiento quisiera comprarnos la casa, podrían evitarlo. Y al mismo tiempo, construir allí algo bueno para el pueblo", explica uno de los hermanos del acusado
"Algunos de mis hermanos viven en Cataluña, pero tienen ganas de mudarse con nosotros, así que si no podemos vender la vivienda, se instalarán allí. Tenemos derecho y no tenemos culpa de lo que pasó allí", señala, apuntando que otros hermanos de Bernardo Montoya podrían llegar a El Campillo para instalarse en la casa del crimen, que aún sigue precintada por la Guardia Civil.
El asesinato de Laura Luelmo
Fue el 12 de diciembre cuando Laura Luelmo desapareció tras haber salido a hacer deporte por El Campillo, localidad onubense a la que se había trasladado una semana antes para empezar a trabajar como profesora. Cinco días después su cuerpo apareció sin vida semidesnudo y oculto entre matorrales. Tras varios días de búsqueda, Bernardo Montoya fue detenido el 19 de diciembre mientras intentaba escapar del pueblo. En la mañana del 20 de diciembre, Montoya confesó en el interrogatorio de la Guardia Civil que era el responsable del asesinato de la joven maestra.
"Me encapriché de ella", afirmó el asesino confeso y luego construyó un relato falseando los elementos más importantes. Y es que a pesar de acabar de capturarle y tenerle sólo unas horas encerrado en el interrogatorio, la Guardia Civil ya había registrado su casa y habían encontrado restos de sangre de Laura Luelmo y un fuerte olor a lejía que se presupone que Montoya usó para limpiar cualquier rastro del brutal asesinato.
Las investigaciones deducen que Montoya habría introducido a la maestra a la fuerza en su casa para agredirla sexualmente y luego golpearla. La autopsia reveló que Laura Luelmo fue violada y murió de un fuerte golpe en la cabeza. Supuestamente, después de la agresión, el asesino habría metido a Luelmo en el maletero de su coche envuelta en una manta y se la habría llevado hasta el paraje de Las Mimbreras, donde su cuerpo fue encontrado días después.
A Bernardo Montoya se le imputan los delitos de asesinato, detención ilegal y agresión sexual, por lo que la titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Valverde del Camino (Huelva) decretó prisión provisional, comunicada y sin fianza al considerar necesaria la medida por la gravedad del delito, la posibilidad de eliminación de pruebas y el riesgo de fuga y a fin de evitar el riesgo de que cometa otros hechos delictivos de la misma gravedad. Desde el 22 de diciembre, se encuentra encarcelado.