La madrugada del 17 de mayo de 2003, Sandra Palo, una joven getafense, esperaba junto a un amigo el bus que la llevara a casa tras tomar algo en el centro de Madrid. No volvía muy tarde, porque al día siguiente era la comunión de su hermano. En la parada del autobús se paró un coche en el que iban cuatro adolescentes de entre 14 y 18 años, quienes obligaron a la pareja a entrar al vehículo.
A los pocos metros, expulsaron a su amigo, quedándose Sandra completamente indefensa. A partir de ahí, fue violada en grupo. Para no dejar rastro, pues contaban con antecedentes penales, decidieron atropellarla en ocho ocasiones y después le prendieron fuego.
El brutal asesinato terminó con uno de ellos en la cárcel por tener 18 años, y los otros tres juzgados por la reciente Ley del Menor implantada por José María Aznar. Francisco Javier Astorga Luque, conocido como 'El Malaguita' y el único mayor de edad en la violación, permanece en prisión a día de hoy.
Situación muy diferente a la de los otros tres culpables, que cumplieron varios años en centros de menores y fueron puestos en libertad hace ya tiempo, sin reinserción alguna. De hecho, entre todos suman unas 40 detenciones, la mayoría de ellas por robo de vehículos, usurpación de vivienda y daños contra la seguridad vial. La última la protagonizó 'El Rafita' el pasado mes de febrero, en el marco de una operación policial contra el robo de vehículos en la Cañada Real, lugar en el que vive en la actualidad.
Quince años después, El Español se ha reunido con María del Mar Bermúdez, madre de Sandra. "Seguimos con una angustia tremenda porque no hemos visto una evolución. Hemos llamado a muchas puertas, siempre dándonos contra un muro. Podría haber sido mucho más llevadero, pero nos lo han hecho más duro".
"Si lo de Sandra hubiera sido hoy, se habría formado un caos en las calles"
María del Mar Bermúdez y Francisco Palo no han podido descansar desde el asesinato de su hija debido a una sentencia judicial insuficiente y una Ley del Menor que ha permitido irse de rositas a buena parte de los autores del crimen. Con apenas reformas desde que se aplicara para los tres asesinos, María del Mar sigue luchando para lograr un cambio en la Ley del Menor y, de paso, acabar con lo que considera un Código Penal "atrasado" y "obsoleto". A pesar de ello, únicamente ha recibido varapalos.
Sin embargo, como apunta la madre de Sandra Palo, las cosas están cambiando. La presión social por el movimiento feminista ha causado el debate sobre la necesidad de una legislación de género, y el endurecimiento de las penas. Por eso, María del Mar, a pesar de la profunda satisfacción por esta transformación de la sociedad, lamenta que haya sido ahora y no hace quince años, porque todo hubiera sido distinto:
"Me hubiese gustado que cuando pasó lo de Sandra se hubiese hecho este movimiento, pero entiendo que no había ni los medios ni las redes sociales. Yo he tenido el clamor social y el apoyo, pero si lo de Sandra hubiera sido hoy, se habría formado un caos en las calles. Para bien. Piensa que si con la sentencia de 'La Manada' las feministas han salido a la calle, han protestado y se han hecho oír, con mi hija las calles se hubieran incendiado, hubiese sido un caos para bien. Ellas habrían salido a pelearlo y nosotros no nos hubiésemos sentido tan solos".
