Carol, una mujer estadounidense de 45 años, ha cumplido por fin el sueño de su vida: casarse con una estación de tren. "Estoy casada con la estación de Santa Fe (California). Se llama Daidra. No empezamos una relación hasta 2011 pero he estado enamorada de esta estación desde que era una niña pequeña. Cuando nos casamos, me planté ahí y le dije que la tomaba con mi compañera. Fue el día más feliz de nuestras vidas". No, no es broma.
Todo ello, porque Carol se considera objeto-sexual: le gusta tener sexo con objetos y se enamora de ellos. Esperemos que no le ponga los cuernos a su novia con una fruta, que es muy peligroso. Según señala Mirror, hay incluso un debate sobre si estas personas tienen un fetiche, una enfermedad mental, o si simplemente, cumplen con la diversidad sexual.
La relación entre ambas es muy cariñosa, pero Carol siempre se ha dedicado a respetar a su cónyuge: "Hay un espacio privado donde se encuentran dos muros. Allí la toco y lo hago apoyándome contra ella con la ropa puesta. Cuando la toco, siento que me abraza y me besa. No tengo sexo físico en público con ella, quiero ser respetuosa". Nos imaginamos a Carol follándose a la estación y, sinceramente, no sabemos que pensar.
Escuchar las declaraciones de esta mujer, sirve para ponerse un poco los pelos de punta. Carol suele recorrer una hora de viaje diaria para visitar a su esposa. Y para ponerse "alegre": "No lo haría con un humano en público, así que tapoco lo hago en este caso. Tengo sexo con Daidra en mi mente cuando estoy ahí parada. Me gusta especialmente cuando oigo los motores de los trenes ponerse en marcha... Me pone cachonda". Llegados a este punto, nos preguntamos si se puede considerar cuernos usar juguetes sexuales. ¡Qué alguien hable!
Carol afirma que guarda sus preferencias sexuales en privado, algo que se demuestra concediendo una entrevista con el Mirror con todo un book fotográfico incluido. Pero, seamos sinceros: ¿hay algo que realmente nos pueda sorprender de esta mujer?
"La quiero mucho. Es muy romántica. Consumamos nuestro amor por primera vez hace unos años cuando sentí su muro detrás mío y sentí una energía. Casi tengo un orgasmo y me daba miedo que me atrapara el personal de la estación". Aquí nos preguntamos: ¿Carol podrá quedarse embarazada de su esposa?
"He vivido los mejores momentos de mi vida siendo su esposa. Solía darme miedo estar con otros humanos, pero no me da miedo estar con Daidra. Nunca podré dejar San Diego, porque mi esposa está aquí. Nunca podría amar a otra estación de tren. Ella es única". Nos preguntamos cómo serán las conversaciones y cómo se repartirán las tareas del hogar.
"Daidra y yo hablamos de cosas normales, siempre le explico qué tal me ha ido el día", afirma esta mujer, que no sabemos si obtendrá alguna respuesta de su esposa, que creemos que acostumbra a ser muy callada."Daidra ha sido la compañera más estable que he tenido nunca", muestra Carol totalmente entusiasmada con el enlace matrimonial. ¿Reconocerá la Iglesia este matrimonio?
Lo cierto es que Carol no es la única loca del coño del mundo. Erika Eiffel, por ejemplo, se casó en 2007 con la Torre Eiffel, y tuvo que dejar de verla después de que un guardia de seguridad la sorprendiese besando a su esposa (¡Cuánta represión!). En 1979, Eklöf Berliner-Mauer también acabó casándose con el Muro de Berlín, y se convirtió en la primera persona en describir la parafilia objeto-sexualidad.
"La objetosexualidad no es una enfermedad mental como siempre dicen los medios. Es nuestra sexualidad. Como ser lesbiana o bisexual. No estamos locos". Yo os declaro estación y mujer.