Hemos llevado nuestra obsesión por la belleza hasta otro nivel, llegando incluso a exigir a nuestros alimentos que luzcan bonitos. Hay muchos cocineros, verdaderos profesionales, que hacen que sus platos parezcan obras de arte; en Instagram las fotos de comida nos transmiten justo eso: belleza. La belleza en la alimentación no es nada que pueda parecernos extraño.
Lo que sí que es extraño es que no solo le exigimos a nuestros platos ya preparados que sean bonitos, sino que también le pedimos a las frutas y a las verduras que luzcan tal y como la publicidad nos ha hecho creer que son. De esta manera, todos aquellos tomates, fresas y calabacines que no son exactamente como se supone que debe ser un tomate, una fresa o un calabacín son desechados.
No es que no sean aptos para el consumo, o que estén en malas condiciones; simplemente, son feos. No entran en lo que nosotros entendemos por alimento consumible, por lo que la publicidad nos ha hecho creer que deben ser esos alimentos. Así, aunque estos alimentos llegaran a los supermercados, seguramente serían los últimos que compráramos. Como no nos parecen estéticos, no los queremos, sin tener en cuenta en ningún momento que un alimento no debe ser bonito, sino que debe nutrirnos.
Por suerte, aún hay gente concienciada con la pérdida de alimentos que esto implica. Una start-Up alemana, llamada Querfeld, ha centrado toda su actividad en salvar esos alimentos feos. Todas las frutas y verduras que el mercado rechaza (porque sabe que los consumidores los rechazaremos) son "rescatadas" por esta empresa.
La idea surgió de la mente de tres estudiantes alemanes que, viendo la situación, decidieron ponerse en marcha. Desperdiciar tal cantidad de alimentos es imperdonable, sobre todo teniendo en cuenta la cantidad de personas que hay pasando hambre en el mundo. Con esa idea en mente, comenzaron a reunirse con los productores de alimentos.
Y, así, tras las reuniones vienen los acuerdos. Hay que tener en cuenta que todos estos alimentos suponían pérdidas económicas también para las empresas que los producían; así, aunque a un precio bastante inferior, consiguen venderlos. Querfeld compra estas frutas y estas verduras, que, posteriormente, ofrecerán a aquellos clientes que poco se preocupan por el aspecto de su comida. Todas esas personas que anteponen el sabor al aspecto verán en esta nueva iniciativa una forma de ahorrar considerablemente.
Todo son beneficios en esta práctica, relativamente novedosa. Los productores dejan de tener tantas pérdidas, y el mercado ve nacer un nuevo producto que podría, incluso, llegar a competir con las frutas y verduras "bonitas". Al ser productos que iban a ser desechados, son mucho más baratos, y eso se notará también en el bolsillo de los que opten por comprar estos alimentos.
Estamos ante una iniciativa muy beneficiosa, sobre todo para el medio ambiente. Sería positivo ver cómo empieza a exportarse esta nueva forma de consumir alimentos, fijándonos tan solo en el sabor que estos aportan, sin tener en cuenta su aspecto. Por ahora, Querfeld es una Start-Up relativamente pequeña que no se está planteando expandirse a nivel internacional en un breve lapso de tiempo. No obstante, quién sabe si el día de mañana podríamos acabar teniendo tiendas de vegetales así en nuestras ciudades.
Una idea con precedentes en España
Aunque no es algo tan novedoso como pudiéramos imaginar. Si bien no tenemos tiendas dedicadas exclusivamente a esto, sí es cierto que hay supermercados que lanzan, de vez en cuando, ofertas de "fruta fea". A principios de este mismo año, un establecimiento de Eroski en Navarra lanzó una campaña llamada "Tan feas como buenas". Hacía referencia a frutas que, pese a no entrar en lo que se considera bonito en una fruta, no dejan de tener los mismos nutrientes y ser igual de sabrosas.
Esta campaña tenía como objetivo un compromiso con el desperdicio cero de alimentos, y tuvo una muy buena acogida por parte de todos los consumidores. La tendencia del mercado estos últimos años ha sido darle mucha importancia a la apariencia externa de los alimentos; con todas estas iniciativas, lo que se pretende es cambiar esta dinámica. Y es que, como con las personas, lo importante de la verdura y la fruta está en su interior.