Equilibrios para no tocar la taza, una mano sujetando la puerta para que no entre nadie y la otra intentando sostener el bolso, el abrigo y pertenencias varias. Todo ello mientras el móvil se tambalea sobre la papelera o el portarrollos de papel higiénico, a punto de caer en picado al WC. Ir al baño en lugares públicos puede convertirse en una auténtica odisea para las mujeres y, si se trata de festivales, la situación se complica aún más.
Sí, existen cabinas portátiles, pero el olor que desprenden y las colas kilométricas provocan que hacer pis entre arbustos no parezca mala idea. Por ello, la arquitecta francesa Gina Périer ha decidido poner fin al problema y ha creado Lapee, el primer urinario femenino para los festivales y que promete convertirse en el baño más cómodo para los eventos al aire libre.
La solución es simple, pero bastante efectiva, y consiste en un WC individual con depósito incorporado adaptado para mujeres. Incluye, además, un biombo separador; el agujero para orinar se encuentra más elevado de lo normal para facilitar la puntería; y su diseño en espiral garantiza mayor intimidad.
Una idea revolucionaria
La idea nació durante el voluntariado que Gina Périer realizó junto a su amigo Alexander Egebjerg en un festival mientras estudiaba en la universidad. En ese momento se dio cuenta de la necesidad de un lugar mejor adaptado para las mujeres en el que la experiencia de ir al baño de fiesta no arruine la noche.
Pensó entonces en la posibilidad de crear una versión femenina de un producto que ya existía: el urinario. Sin embargo, no es un urinario cualquiera, sino que al no tener puerta y disponer de espacio suficiente para tres mujeres a la vez, permite hacer pis en tan solo 30 segundos, en comparación con los 3 minutos que conlleva ir al baño en un WC portátil al uso.
Lapee no supone, sin embargo, el primer intento de urinario femenino, sino que hace 20 años ya comenzó a comercializarse un invento similar bajo el nombre de Shewee. El baño, que supuso una auténtica revolución en su época, ofrecía todo tipo de comodidades. Pero a diferencia de la creación de Gina Périer, no neutralizaba los malos olores.
"Mientras estuvimos aquí el sábado y el domingo, lo utilizaron sólo chicas y estaban felices", afirma la impulsora de la idea que ha supervisado el funcionamiento de Lapee en distintos festivales. "Nos han inundado de mensajes en Instagram. Todos decían 'por fin, algo para nosotras' porque la situación de orinar en un festival es muy humillante para las mujeres", afirma.