El canciller alemán, Olaf Scholz, y la primera ministra danesa, Mette Frederiksen, han optado por "disuadir" durante la ceremonia de inicio de obras de una nueva planta de producción de munición del fabricante de armamento Rheinmetall en Unterlüß, al norte de Alemania. Scholz solicitó aumentar masiva y urgentemente la producción de armamento en Europa, asegurando que el continente europeo "no vive ahora tiempos de paz".
"Tenemos que pasar de la fabricación a la producción en masa de armamentos", afirmó el canciller alemán durante su intervención, apuntando que "aquellos que desean la paz deben poder disuadir con éxito a los agresores". El canciller colocó de manera simbólica la primera paletada de tierra junto al ministro de Defensa, Boris Pistorius, al Jefe del Consejo de Rheinmetall, Armin Papperger y junto a Frederiksen. Esta última se sentía "complacida" por poder participar en la ceremonia.
Soberanía estratégica en municiones
La nueva planta de Unterlüß promete ser acabada en 2025 y se espera que llegue a fabricar unas 200.000 unidades de munición al año para distintos tipos de armamento, como los obuses de producción alemana facilitados a Kiev.
El mismo Scholz ha exigido recientemente más ayuda para Ucrania. De hecho, Papperger ha asegurado al diario Tagesspiegel que la empresa suministrará a lo largo de este año cientos de miles de unidades de munición a Ucrania y tiene como objetivo crear hasta 700.000 de cara al próximo año.
El propio Jefe del Consejo de Rheinmetall aseguró que en 2024 alcanzará unos 15.000 millones de euros en encargos del estado, lo que equivale al 20% aproximadamente del volumen de negocio de la empresa. Papperger afirmó durante el evento que el principal objetivo de la nueva fábrica es ayudar a mantener la "soberanía estratégica de Alemania en el ámbito de las grandes municiones", en un contexto en el que la OTAN está exigiendo aumentar la producción de armamento europeo.
Quejas de activistas pacifistas
Una decena de activistas pacifistas se manifestaron en la zona exterior de la planta en construcción por no compartir la política armamentística del gobierno alemán en coalición con los socialdemócratas, verdes y liberales.
Además, según se ha podido saber por fuentes policiales, en torno a 400 agricultores accedieron con tres centenares de tractores a intentar bloquear los accesos de las instalaciones minutos antes a la llegada de Scholz como motivo de protesta contra el Gobierno.
