Con 21 años, el rapero youtuber Saymol Fyly tiene más de 150.000 suscriptores en su canal de Youtube, donde publica sus canciones. Ahora, se ha convertido en uno de los 37 detenidos de una trama que supuestamente se dedicaba a explotar sexualmente a niñas en narcopisos: diez menos de entre 14 y 16 años a las que suministraban crack para someter mediante su adicción. Estas detenciones son el resultado de la operación Sana.
Los acusados, según consta en la denuncia, obligaban a sus víctimas a consumir y distribuir drogas, así como las explotaban sexualmente, según la información que la Policía ha hecho llegar a la Agencia EFE. La investigación se abrió en el mes de abril, aunque Fyly ha estado publicando sus canciones con total normalidad hasta la semana pasada. De hecho, su última publicación en Facebook es una felicitación navideña para sus seguidores, realizada el pasado 29 de diciembre.
Fyly explicó en una entrevista con Radio Urbana Madrid que empezó a cantar en República Dominicana, su país natal, aunque su carrera comenzó a asentarse realmente cuando ya vivía en España. Sus inicios comenzaron en las denominadas como 'batallas de gallos', que ha realizado tanto en su país de origen como en el actual.
Se hace llamar El hijo de Bartola, como se llamó su primer disco lanzado en honor a su madre. Las letras de sus canciones están relacionadas en ocasiones con el mundo de la delincuencia: "He tenido que comprar droga para comer arroz blanco/para comprarme un hotel/he tenido que atracar un estanco", es una de ellas. Se llama 'Mi Dios' y tiene casi 48.000 reproducciones. En algunos de sus vídeos aparece simulando cortar cocaína.
Acusaciones
Está acusado en esta trama por "reclutar" a las niñas a través de su música. Las atraía y enganchaba a sustancias estupefacientes mediante chinos de crack para tenerlas sometidas en contra de su voluntad y violarlas y explotarlas a toxicómanos que acudían a comprar su dosis en narcopisos del barrio de Usera. En el caso de Saymol Fyly, lo habría hecho a través de las redes sociales, especialmente mediante su canal de Youtube.
Es uno de los 37 detenidos a los que el juez no ha enviado a prisión provisional, ya que solo han ingresado ocho personas, en el marco de la operación Sana, la trama de prostitución infantil en Madrid que explotó, al menos, a diez adolescentes de entre 14 y 16 años.
Entre otros detenidos, hay personas con múltiples antecedentes. Uno de ellos es un ciudadano de 65 años que el pasado verano fue detenido tras propinar un puñetazo a otra persona, que cayó y una semana después murió en el hospital.
Según la investigación, los miembros de la banda contactaban con las menores tutelaras a través de las redes sociales. Se ganaban su confianza y después las utilizaban para ofrecer servicios sexuales a clientes a los que también suministraban distintas drogas. Una de ellas llegó a estar encerrada durante tres días en un narcopiso del distrito madrileño de Usera.