Los escándalos del Hospital Isabel Zendal se multiplican. La gran obra de Isabel Díaz Ayuso arrancó con mal pie acumulando un excesivísimo sobrecoste (el triple de los 50 millones de euros presupuestados inicialmente) y con retrasos en su apertura. A ello se le sumó la ausencia de quirófanos y la falta de una plantilla propia de sanitarios, que está siendo compensada con traslados forzosos desde otros hospitales.
Con el hospital ya en funcionamiento en mitad de una contundente campaña propagandística por parte del PP y del Gobierno de la Comunidad de Madrid, las deficiencias del centro comenzaron a ser notables. Los propios pacientes ingresados en el Zendal han compartido sus experiencias, narrando baños anegados de agua, cortes de luz o incluso comida con moho.
Ante estas críticas, Ayuso ha negado todas las acusaciones achacando las polémicas a una campaña de desprestigio. La conservadora, incluso, ha ido un paso más allá y ha llegado a acusar a los sanitarios del Zendal de boicotear el propio hospital. Lo hizo en el pleno de la Asamblea de Madrid señalando a Más Madrid como organizador de los presuntos sabotajes que está sufriendo el centro.
"Lo que están haciendo algunos de sus allegados es robar y sabotear el Zendal", comenzaba Ayuso. "Instrumentos que han desaparecido, hurtos, roturas de puertas, de interruptores... han desaparecido cajas de medicamentos, que desaparecen en el hospital y aparecen en sus medios afines, casualmente al momento diciendo que no hay tal medicamento, justo el que han robado; falta el agua caliente que han desconectado casualmente o cuando empiezan a atascar los baños", enumeraba una lista de acusaciones Ayuso contra Más Madrid.
"No tienen ninguna vergüenza", continuaba Ayuso. "Claro que los servicios públicos están pasando un momento muy complicado, pero lo pasan peor cuando sus sindicatos afines afiliados a su partido lo destrozan todo: en el hospital, en los medios de comunicación públicos donde lo secan todo y no dejan trabajar libremente a los periodistas o en los hospitales con sus médicos y en la educación con sus maestros, a los profesores y a los niños que no les dejan nunca. Ustedes viven de lo público y van a seguir destrozando lo público porque lo necesitan", concluía la presidenta madrileña.
Interponen una denuncia por los supuestos sabotajes
La Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid y la dirección del Hospital Isabel Zendal han interpuesto una denuncia ante la Policía para solicitar una investigación por los presuntos robos y sabotajes que, aseguran, sufre el Hospital Isabel Zendal.
En la denuncia se detallan los materiales supuestamente sustraídos, como carros de parada, laringoscopios, conexiones de oxígeno de ventiladores de pared, un ordenador portátil o una pantalla de broncoscopio. Especifican, no obstante, que el ordenador portátil fue encontrado "por casualidad" días después, al igual que una de las conexiones de oxígeno de pared.
Además, se detallan los presuntos "sabotajes" llevados a cabo, como desenchufar los termos eléctricos utilizados por pacientes y personal sanitario o arrojar compresas, guantes, batas, empapadores o EPIs al inodoro para atascarlo.
"Me vine aquí para abrir un hospital y me acusan de boicotear a mis pacientes"
El hartazgo de los profesionales sanitarios que trabajan en el Isabel Zendal cada vez es mayor. A los traslados forzosos que han sufrido la grandísima mayoría hay que sumar las constantes polémicas. "Me vine aquí para abrir un hospital y me acusan de boicotear a mis pacientes", ha estallado una trabajadora del hospital miembro del sindicato CSIT Unión Profesional.
Ese hartazgo ha calado también en los sindicatos, que ven cómo desde el Gobierno de la Comunidad de Madrid acusan a sus afiliados: "Ya está bien de hacer esta campaña contra los sindicatos, parece que el mundo entero tiene la culpa excepto los que lo están gestionando", denuncia Rosa Vicente, secretaria del Área de Sanidad de CSIT.
Guillem del Barrio, enfermero y delegado del sindicato Mats, también ha respondido a las acusaciones de sabotaje asegurando que los trabajadores del Zendal no han notado los supuestos sabotajes. "Están denunciando que hay cables desenchufados, pero no afectan a ningún paciente, pero no sabemos si se trata realmente de un radiador... luego dice que también se ha encontrado un cable cortado, uno. Y dicen que hay un váter atascado", ha enumerado en su intervención en 'Todo es mentira'.
"A nosotros nos constan varios casos de sabotaje, bastante graves. Los servicios de urgencias de atención primaria llevan cerrados desde el 22 de marzo por orden de la Comunidad de Madrid, la UCI del hospital Infanta Sofía, de 16 camas, sigue cerrada, junto con toda la torre 4; el hospital Infanta Leonor de Vallecas, cuando este sitio era el foco de la segunda ola del Covid, tenía dos plantas enteras cerradas, que siguen cerradas, y una segunda UCI, que todavía se sigue usando de trastero para guardar sofás", ha denunciado contundente.