Las autoridades italianas investigan el caso de un hombre que, ansioso por obtener el pasaporte Covid, acudió a vacunarse con un brazo falso de silicona ya que se negaba a ponérsela y creyó que este truco funcionaría. Evidentemente no ha sido así y ha acabado detenido por la policía.
El caso tuvo lugar en la localidad de Biella, situada en la región de Piamonte, donde el hombre 50 años que además es sanitario se presentó en su centro de vacunación con un brazo que hizo "sospechar" a la enfermera que le atendió, Filippa Bua, como ha contado ella misma al diario La Repubblica. Le llamó la atención el color y la textura de la supuesta extremidad y finalmente se percató de que no era el verdadero brazo del paciente.
Descubierto el engaño, el hombre le pidió a la enfermera que actuara como si no hubiese pasado nada, a lo que ella se negó. "Me sentí muy ofendida como profesional", ha asegurado Bua, que acto seguido avisó a las autoridades.
"Este caso rozaría el ridículo si no habláramos de un gesto de enorme gravedad e inaceptable ante el sacrificio que la pandemia hace pagar a toda nuestra comunidad en términos de vidas humanas y costos sociales y económicos", ha denunciado Albert Cirio, jefe del gobierno regional de Piamonte.
Vacuna obligatoria para los sanitarios
El Gobierno de Italia ha decretado que la vacunación sea obligatoria para trabajadores sanitarios, profesores, policías o militares. Este hombre se negaba a inmunizarse, por lo que se habría gastado cientos de euros en el brazo de silicona para simular la vacunación y volver a su puesto de trabajo.