Los productos ahumados en España desaparecen. La referencia al ahumado tiene una amplia historia en el mundo culinario. Se trata de una técnica empleada para la conservación de alimentos no perecederos, que tiene como consecuencia un sabor característico y textura especial.
El gusto por este sabor ha llevado a la industria alimentaria a replicarlo mediante el desarrollo de innovaciones, como los aroma de humo líquido que imitan a la perfección el sabor ahumado sin necesidad de emplear estas técnicas tradicionales.
Para ello, la industria alimentaria emplea sustancias químicas artificiales que suelen añadirse a los productos distribuidos para mejorar el sabor de una amplia gama de alimentos procesados, entre los que se encuentran sopas, patatas fritas, salsas o postres.
Riesgo de cáncer
Sin embargo, el uso de estos aditivos puede comportar riesgos importantes para la salud. La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) emitió un informe en noviembre de 2023 en los que explicaba su preocupación por los riesgos sanitarios derivados de ocho aditivos con sabor a ahumado.
Los productos en los que se emplean estos aditivos y cuya comercialización quedará, por tanto, completamente prohibida por riesgos sanitarios, son los siguientes:
- Patatas fritas de determinados sabores (por ejemplo, barbacoa)
- Salsas de determinados sabores (como barbacoa)
- Jamones
- Pavo ahumado
- Salchichas
- Tocino
- Pescados como salmón, arenque o trucha ahumada
- Quesos como el cheddar ahumado
- Bebidas
- Helados
- Productos de repostería
- Sopas
Los productos que presenten riesgo en estos momentos para la salud se pueden comprobar fácilmente leyendo el etiquetado de ingredientes. Si menciona "aroma de madera de haya" o "aroma de humo", sugiere la presencia de aditivos que han incorporado este sabor de manera artificial. Por el contrario, aquellos ahumados de forma natural se pueden diferenciar fácilmente al comprobar el etiquetado, puesto que mencionan entre sus ingredientes "humo de madera de haya".
El motivo de esta retirada es la preocupación sobre la genotoxicidad de los aditivos señalados. Se considera este riesgo cuando un producto tiene la capacidad de dañar el material genético de las células. Ese daño incrementa considerasblemtne el riesgo de desarrollar enfermedades como cáncer o patologías hereditarias.
La EFSA ha comprobado en un estudio que el uso de estos aditivos representa un claro riesgo para la salud, puesto que no ha sido capaz de determinar que se puedan emplear en niveles seguros para el uso humano. Los Veintisiete han respaldado la propuesta de la Comisión Europea (CE), de modo que no se podrá emplear ocho aditivos con aroma ahumado por el riesgo para la salud que representan.
La retirada de los productos se realizará de forma progresiva durante un período establecido de cinco años, en los que la industria alimentaria se debe adaptar a nuevos tipos de productos o recetas que no empleen aditivos peligrosos para la salud.