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Sancionada una residencia de Madrid por servir a sus mayores comida caducada hace un años

Macrosad, empresa que tiene adjudicada la gestión del centro, tendrá que pagar 33.820,47 euros de sanción por servir comida caducada.

Sancionada una residencia de Madrid por servir a sus mayores comida caducada hace un años

La empresa Macrosad, que tiene adjudicada la gestiónde la residencia de mayores Moscatelares (que a su vez es dependiente a su vez de la Comunidad de Madrid), de la localidad de San Sebastián de los Reyes, ha sido sancionada por servir comida caducada desde hacía más de un año. Concretamente, se trata de envases de puré de merluza, zanahoria y arroz.

En la orden, la Consejería de Familia, Juventud y Política Social de la Comunidad detalla que un técnico visitó la residencia el 13 de febrero de 2023 y constató después de revisar la cocina que había comida caducada desde el 11 de febrero del año anterior "que se iba a servir" a los residentes.

Por su parte, la compañía se ha defendido basando sus alegaciones en las diferencias entre la fecha de caducidad y la fecha de "consumo preferente", aunque la Consejería mantiene que no hay "ningún dato que desvirtúe el incumplimiento detectado", fundamentado en las afecciones "a la cantidad o a la calidad de los alimentos suministrados a los usuarios". A partir de aquí, la Consejería entiende que se llevó a cabo un "incumplimiento grave" del contrato de gestión y ha impuesto sanción económica de 33.820,47 euros.

No es la única sanción

Por otro lado, después de haber firmado la primera sanción, se le impuso el mismo día otra multa por un importe de 16.910,23 euros. La razón fue la intoxicación de una usuaria que no fue comunicada al departamento. En el caso de esta nueva penalización, la orden destaca que el 18 de marzo de 2023 una residente pidió a una auxiliar que se le rellenara una botella de agua y que cuando fue a beber se percató de un "olor extraño", como "a colonia".

Posteriormente, la afectada comenzó a padecer de dolores e irritaciones de garganta, vómitos y náuseas. El personal médico demostró que había espuma en el recipiente con el consiguiente "riesgo de aspiración" para la usuaria, que tuvo que ser trasladada a un centro hospitalario. Este hecho no se informó a la Dirección General de Atención al Mayor y a la Dependencia en "ningún momento a lo largo de ese día", algo que siempre se debe hacer en estos casos.

La empresa señalada tiene adjudicada la gestión de la residencia Moscatelares hasta el 31 de diciembre del 2024, obedeciendo así a un contrato formalizado en junio de 2022, con una duración de tres años y un importe superior a 11 millones de euros.

Quejas por la calidad de la comida

La residencia estuvo en el punto de mira por otras polémicas vividas a finales de 2022. Mariano Turégano García, un residente de 82 años, lamentaba haber estado "horas sin comer porque la comida es deleznable". También asegura haber tenido que "pelear mucho" hasta lograr una climatización decente de las habitaciones. "Tampoco tenemos ropa en los armarios porque no hay personal de lavandería", añadía.

"Algunas de nuestras compañeras y compañeros han sido hospitalizados este verano con altos niveles de deshidratación que agravan o desencadenan otras patologías. Hace una semana se comprometieron con nosotros a hacer las horas necesarias para la correcta climatización del centro. Hemos tenido que pelear mucho y salir en la prensa para conseguirlo. Ahora les toca a ustedes vigilar y hacer cumplir ese compromiso", aclaraban los mayores.

Otras de las denuncias que han expuesto los residentes son que algunos compañeros que no debían salir de las instalaciones por problemas de salud mental, lo hacían igualmente con total libertad y "después de horas es la Policía quien los encuentra perdidos por algún supermercado y los identifica". Igualmente, los ancianos culpan a la Comunidad de Madrid por no cuidar ni de sus ciudadanos ni de sus trabajadores.

"Hemos pasado un verano de 40 grados porque la Comunidad mira para otro lado cuando se trata de ver por la salud y el bienestar de sus ciudadanos". "Los 40 grados también son para ellos y tienen que hacer su trabajo y el de los puestos que no están cubiertos. Será imposible tener una plantilla completa y estabilizarla si los salarios y las condiciones laborales son tan lamentables. La consecuencia es nuestra desatención, y esa desatención puede precipitar situaciones trágicas", han afirmado, señalando directamente a gestión de la Comunidad de Madrid.

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