El reciente fallecimiento de Fernando Sánchez Dragó ha dejado alguna que otra curiosidad, como que dejó todo atado y bien atado sobre su entierro habiendo dejado elegidos el ataúd, la tumba o el epitafio. Los que pocos se imaginaban es que también había dejado muestras biológicas en una caja fuerte.
Concretamente, el escritor ha escondido en una caja fuerte semen, pelo, muelas y alguna muestra de sudor. El responsable de esta excentricidad sería el mismísimo Salvador Dalí, con quien incluso llegó a compararse en alguna que otra ocasión al autoreconocerse como una celebridad.
Esta idea surgiría en 2017, cuando un juzgado ordenó la exhumación del cadáver del artista catalán para poder extraer muestras de ADN, a causa de la demanda de paternidad planteada por la supuesta hija del pintor, Pilar Abel, que finalmente no fue reconocida como tal.
Este episodio hizo reflexionar a Sánchez Dragó, que siempre ha presumido de tener una vida sexual disoluta hasta el punto de alardear de haber tenido relaciones sexuales con menores de edad. Así, en una columna de El Mundo aseguró que había tomado medidas para que el día que muriese su descanso no fuera perturbado como en el caso de Dalí.
"Mi situación, en teoría, es de alto riesgo, pues he vivido en una decena de países, he recorrido más de cien y en buena parte de ellos he tenido frecuente trato carnal, aunque casi nunca venal (las putas me gustan sólo para charlar), con las amables señoritas -muy rara vez señoras- que andaban por allí, cedían a mis halagos y me honraban con sus favores", decía el ultraderechista en el texto.
"Como el mundo se ha llenado de vivales y pitonisos ansiosos de pasta o de brillantina genealógica y de jueces locuelos que con tal de salir en la tele están dispuestos a tomarse en serio cualquier majadería, más vale dejarlo todo mejor atado de lo que Franco lo dejó para que no profanen mi sepultura como acaban de profanar la de Dalí, dicho sea salvando todas las distancias existentes", explicaba.
Para eso aseguró haber dejado muestras de su pelo, muelas, uñas, saliva, sudor y semen en una caja fuerte, para que en caso de que alguien presentara una demanda de paternidad se pudieran sacar de ahí las muestras de ADN, sin necesidad de exhumarle.
"No vaya a ser que a título póstumo, metidito ya en mi féretro y sepultado éste en el rincón del cementerio de Castilfrío donde yacerán mis despojos", apuntó, alguien "ansioso de notoriedad y de arrebatar a mis herederos parte del magro patrimonio" provocara su exhumación. Cabe recordar que Sánchez Dragó tiene cuatro hijos reconocidos de cuatro mujeres diferentes.
¿Tiene validez legal?
No obstante, pese a las medidas tomadas por Dragó, estas tendrán dudosa validez legal pues, sin una cadena de custodia, cualquier demandante podría alegar que esas muestras podrían estar contaminadas o haber sido alteradas y reclamar, por tanto, que las muestran se tomaran del cadáver.