El Gobierno decreta el estado de alarma en la Comunidad de Madrid después de que el Ejecutivo regional haya rechazado las tres alternativas que el presidente dio a la región para evitar este escenario. Durará 15 días, el máximo que permite la Constitución, antes de que tenga que pasar por el Parlamento para su prórroga.
La medida afectará a Madrid capital y todos los municipios que estaban confinados antes de la suspensión del TSJM, a excepción de Alcalá de Henares que ha mejorado su situación. La Policía Nacional ya está preparando controles en las salidas de Madrid que empezarán a funcionar en cuanto el estado de alarma se publique en el BOE.
En la práctica, el estado de alarma supone volver a las mismas restricciones de los últimos días. Libre circulación en las localidades confinadas, pero sin entrar ni salir de ellas. Hostelería sin barra, con cierre a las 23 horas, pero sin acoger clientes a partir de las 22 horas. Además, los comercios no podrán abrir a partir de las 22 horas.
El vicepresidente de la región, Ignacio Aguado, se ha desmarcado de Ayuso y ha evitado confrontar con el Gobierno. A través de Twitter, ha pedido "disculpas" por el estado de alarma y ha reconocido que la medida era "evitable".
La declaración del Estado de Alarma en Madrid era evitable. Había alternativas. Lamentablemente los políticos hemos vuelto a fracasar. Las consecuencias las pagan los ciudadanos. Mis disculpas por ello. https://t.co/YMQ7YhIwxJ
— Ignacio Aguado (@ignacioaguado) October 9, 2020
La Comunidad ha vuelto a insistir en las zonas básicas de salud, que se buscaba ampliar a 51 zonas y rebajar a 750 casos por cada 100.000 habitantes. Con ello, solo podrían haber salido en el Puente del Pilar los ciudadanos de la mitad norte de Madrid, con mayor porcentaje de voto conservador y mayor renta.
Diferencias con la Comunidad de Madrid
El Gobierno había retrasado el Consejo de Ministros desde las 08:30 a las 12:00 horas para dar tiempo a la presidenta madrileña a tomar una decisión. Pero ella ni siquiera había llamado hasta que la reunión ya comenzó.
Tuvo que ser Carmen Calvo quien telefoneara a Ignacio Aguado para preguntar por qué no había noticias de Ayuso. Tiempo después, ella llamó. Allí, Ayuso volvió a pedir tiempo. El presidente ya le contestó que era imposible, porque en ese momento se estaba aprobado el estado de alarma. Ya no había margen de maniobra.