En el Festival de Eurovisión puede pasar de todo. Como en cualquier concurso, la audiencia es soberana y los gustos de los jurados variopintos, de manera que no se puede dar absolutamente nada por sentado. En la noche del 14 de mayo, en la primera semifinal de Eurovisión 2019, volvimos a darnos cuenta.
A sabiendas de que los puestos para la final iban a estar muy cotizados y que la igualdad era total, los resultados terminaron dejando a pesos pesados como Portugal o Hungría fuera de la jornada del sábado, en mérito de países como Bielorrusia o San Marino, los que se invitaron a la fiesta gracias a un estilo más alegre y movido.
Ofreciendo la KAN un show aceptable aunque claramente falto de ritmo por parte de sus presentadores, la primera semifinal cumplió con lo esperado a nivel vocal y escénico, cumpliendo en su mayoría las candidaturas y sin los temidos fallos de bulto en realización que habríamos sufrido durante la semana de ensayos. Así, en el imaginario eurovisivo quedará el recuerdo de la noche de ayer en Israel, ya que quizá desde Helsinki 2007 no se recordaba algo tan loco. Vamos por pasos y destaquemos lo más relevante de la semi.
Portugal se queda fuera
Si algo hay que tener en cuenta en Eurovisión, es que las candidaturas musicales deben ser globales. Por muy buena que sea tu canción, tiene que ser entendida de igual forma en zona mediterránea que balcánica, y esto no es precisamente sencillo.
Nosotros, no nos escondemos. Con el resultado del Festival da Cançao y la victoria de Conan Osíris, llegamos a titular que Portugal volvía a armarse para ganar el festival, sin embargo, nosotros aquí, en la Península Ibérica, sí entendíamos el concepto luso, pero más allá no.
De esta forma, la caída pronunciada de la RTP se terminó de confirmar de manera dramática en la Expo de Tel Aviv quedándose fuera de la final. Pese a cuajar un pase decente y sin errores escénicos, Conan no convenció a nadie, y volvió a dejar en duda a la RTP sobre su hoja de ruta eurovisiva, la que desde la victoria de Salvador Sobral acumula un último puesto en Lisboa y un 'no qualifying' en Tel Aviv.
Fieles siempre a su estilo y a su industria musical, Portugal comienza a quedarse como una potencia poco entendida, y en esta ocasión, al mundo de la performance y el mensaje le pasó por la derecha el prototipo festivo eurovisivo.
Islandia rompe el maleficio
Desde la primera vez que escuchamos el 'Hatrid Mun Sigra' de los Hatari en el Songvakeppnin sabíamos que esta apuesta iba a llegar a la final sí o sí. De hecho, ayer no supuso ninguna sorpresa el pase ni para el público ni para la propia banda, la que debe tener entre ceja y ceja el top-10 el sábado.
Sin embargo, la hemeroteca no miente, y nos cuenta que llevábamos cinco años sin ver a los nórdicos en la final. Lo que no consiguieron ni Greta Salóme ni Svala, lo acabaron consiguiendo estos chicos oscuros, que liaron un espectáculo tremendo en Tel Aviv, y que hay que tener mucho cuidado con ellos.
San Marino suma la segunda
Somos muy de Serhat. La historia del millonario turco que representa a San Marino e invierte de lo lindo en la candidatura es magnífica a la vez que dantesca, y nos dimos cuenta que a Europa también le encanta la idea.
Y es que luego de semanas con la broma de si se colaba en la final, finalmente lo consiguió. Con el peor pase que le habíamos oído nunca, fuera de tono toda la primera parte de la canción, llegando a resultar hasta incómodo, el turco terminó entre los diez, sumando la que es la segunda final de la historia de la coqueta televisión nacional de San Marino. Desde la mítica Valentina Monetta y su 'Maybe' en 2014, nadie había conseguido llevar al pequeño país a la final.
Ahora, la historia la sabemos. Serhat tiene muchas papeletas de llevarse el horrendo puesto dos y de mirar al bottom en la final, pero siendo sinceros, el trabajo ya está hecho.
Bielorrusia da la campanada
Qué importante es ser fotogénico y dar bien a cámara. Con Zena, la jovencísima representante de Bielorrusia, llevamos con la misma cantinela desde que la eligieron en el Eurosong bielorruso. Luego de presentar el Eurovisión Junior, y con una canción pegadiza, todos pensábamos que la chica haría un buen pase, quedaría simpática a cámara, y se quedaría en la semi.
Pero no, se ve que a Europa la actuación de Zena le hizo coger el móvil. Quizá también luego de ver el descalabro de Tamta, la que debió sufrir de lo lindo para clasificarse, el terreno del baile y la coreografía fue para la bielorrusa, la que no solo pasa a la final, sino que actuará en la segunda mitad.
A cambio de este pase, el de Serhat, y quizá el de Estonia, propuestas de autor como las de las polacas Tulia o la vuelta de Joci Papái se quedaron sin hueco, dejando a una Expo de Tel Aviv medio vacía con la boca abierta.
Enfrentando la final
Diez países de los diecisiete que se subieron al escenario en la primera semifinal consiguieron convencer al público y al jurado para llegar al 18 de mayo, cuando se celebrará la gran final del certamen desde Tel Aviv. Junto a San Marino y Bielorrusia también se clasificaron Chipre, Grecia, Eslovenia, República Checa, Australia, Islandia, Serbia y Estonia.
Tras la gala, se celebró el sorteo para conocer el orden de actuación. Así, Tamta, representante de Chipre, interpretá 'Replay' en la primera mitad de la final junto a los eslovenos Zala Kralj y Gasper Santi con su 'Sebi', la favorita griega Katherine Duska con su 'Better Love', el grupo checo Lake Malawei con su 'Friend of a Friend', y el de San Marino.
Por su parte, en la segunda mitad de la final veremos a Kate Miller-Heidke interpretar 'Zero Gravity' defendiendo a Australia, a Victor Crone con 'Storm' por Estonia, a Hatari y su heavy por Islandia, a Nevena Bozovic y su 'Kruna' por Servia junto a Zena de Bielorrusia.
'La Venda' la vimos entera
Por último, la primera semifinal de Eurovisión también nos dejó espacio para ver a Miki. El catalán aparecía en la green room para presentar junto a Israel y Francia un estracto de su canción. Desde ese mismo momento, las redes del festival ya ofrecen la actuación al completo del de Terrassa, la que te dejamos aquí para que vayas haciendo boca para el sábado.