"Nos gritaba que no teníamos derecho a estar ahí juntos". Ese es el relato de Brian Bortoni, uno de los dos miembros de la pareja gay agredidos a latigazos en el distrito bonaerense de Villa Urquiza, por el simple hecho de besarse con su pareja en público.
Los hechos ocurrieron minutos antes de las 10 de la noche de este lunes 2 de diciembre, hora local. En ese momento, la pareja se encontraba en la plaza cuando un hombre de 55 años se acercó y comenzó a golpearles propinándoles varios latigazos.
Brian Bortoni, el joven que ha denunciado los hechos en redes sociales (ya ha presentado denuncia), ha relatado cómo fue aquel momento: "Nos exigía que nos fuéramos porque estábamos haciendo algo asqueroso y que no teníamos derecho a estar en ese lugar juntos".
El joven asegura que el hombre apareció sin avisar, aunque tuvo la oportunidad de ver cómo se acercaba a ellos: "Yo estaba con Ariel, una persona con la que me estoy conociendo, en un parque público, sentados uno al lado del otro. Nos llamó la atención una camioneta, muy linda, donde había un hombre que le dio un abrazo a un niño y se fue", ha afirmado en declaraciones a la cadena argentina Todo Noticias.
A medida que el agresor se acercaba a sus víctimas, pudieron comprobar que ese látigo tenía una punta de acero, pero "nunca nos imaginamos que venía a atacarnos", ha reconocido.
Fue en ese momento cuando, sin mediar palabra, empezó la agresión: "Se acercó, con total tranquilidad, se dio la vuelta y empezó a arremeter latigazos como si estuviéramos en el siglo pasado", se lamenta.
El agresor huyó ante la tardanza de la policía
Poco después de comenzar la agresión física, empezó la verbal. El hombre empezó a gritar a la pareja, mientras le golpeaba, lo siguiente: "Ustedes no tienen derecho a hacer esto, vayan a esconderse".
Afortunadamente, Brian tiene ciertos conocimientos en artes marciales, algo que fue fundamental para evitar que la agresión continuara: "Finalmente conseguí reducir a esa persona y evitar que nos siga hostigando por ser homosexuales".
"Cuando me quiso dar un segundo latigazo lo pude reducir, le apliqué una llave y lo tuve retenido en el suelo durante 15 minutos. Yo quería que se lo llevara la policía", reconoce.
Sin embargo, poco después, "se tranquilizó y lo pude soltar". Fue en ese momento cuando el agresor justificó la paliza a latigazos en que "su sobrino le había estado preguntando por qué nosotros nos estábamos besando en la plaza".
A pesar de las llamadas, la policía no hizo acto de presencia en ningún momento. Hasta el punto, de que fueron incapaces de continuar reteniendo al agresor y terminó huyendo del lugar completamente impune.
"Aparentemente se llama Héctor, conducía una Fiat Ducato de color blanca y violeta", relata Brian Bortoni, con la esperanza de poder localizar al autor de los golpes. El parte médico, su propio relato y el de los testigos, dan buena cuenta de que fueron víctimas de una agresión homófoba. Ahora solo esperan que se haga justicia.