Parece que la vida en la corte real aún cuenta con ciertos privilegios. Cierto es que nunca los abandonaron y es que, como toda Casa Real, los reyes eméritos de España, Don Juan Carlos y Doña Sofía, han atravesado juntos su mejor temporada en mucho tiempo, tanto es así que ambos podrían haberse reconciliado de una vez por todas en un viaje a Galicia que tuvo lugar a principios de julio.
No hay lector al que la noticia le pueda pillar por sorpresa, porque las cosas no son tal y como parecen, ya que la pareja llevaba distanciada mucho tiempo. Los rumores en torno a su supuesta mala relación han sido constantes y cada vez han sido más las personas que dicen saber secretos de la vida de Don Juan Carlos que la Reina Sofía no ha llegado a conocer nunca. Por no mencionar los 19 hijos que se le atribuyen.
Sus días en Pontevedra podrían verse enturbiados por ello o al menos así lo dicta la periodista Pilar Eyre. En su blog digital de la revista Lecturas ha publicado unas líneas que evidencian lo mucho que al padre de Felipe VI le han gustado siempre las mujeres, según lo que dicen algunos, como buen Borbón.
El barco en el que el matrimonio se embarcó a principios del mes de julio es el Juan Sebastián Elcano, con mucha historia a sus espaldas, al menos para el monarca. Antes de que llegara al trono, cuando aún no sabía si iba a alcanzarlo, su padre y el dictador Francisco Franco tuvieron que obligarlo a subir a este barco escuela para alejarse de las mujeres, ya que estaba enamorado hasta las trancas de una condesa italiana. Por ello, tuvo que dejar de verse con ella y fue obligado a viajar a alta mar constantemente. Al parecer, la razón no era otra que el miedo de Franco y Juan de Borbón a que el rey emérito empezara a dar a luz a herederos que fueran considerados ilegítimos.
No lo consiguieron
Por aquella época, a pesar de su reputación, el que fuera a ser rey de España durante el período de cambio más importante de la España del siglo XX iba y venía constantemente. Tenía una vida muy ajetreada y es que el prepararse para ser monarca requería de un proceso que aprendió a sobrellevar muy bien, casi hasta los tiempos actuales. Como no podía ser de otra manera, se rodeaba de mucha gente influyente y las mujeres no podían dejarlo escapar, como tampoco él a ellas.
Por aquel entonces, "don Juanito le envió a Olginha de Robilant decenas de fogosas cartas en las que le revelaba que "esta noche en la cama he pensado que estaba besándote, pero me he dado cuenta de que no eras tú, sino una simple almohada arrugada y con mal olor", alega Eyre, poniendo entre comillas las palabras del Borbón. Aunque esta supuesta comparación no deje en demasiado buen lugar a la amante del que por aquel entonces era "Juanito".
Sin embargo, el que por aquél entonces ostentaba el título de Príncipe de Asturias, al menos así lo dictaminó su padre, estaba emparejado, de manera oficial, con María Gabriela de Saboya y aunque finalmente su unión no se llegó a materializar, tenía gran debilidad por lo morboso y lo clandestino. Las aventuras de Don Juan Carlos en Brasil también han salido a la luz y es que realizó algún que otro viaje al país de la samba y el carnaval, en las que, por supuesto, no volvieron a faltar ni cartas amorosas ni mujeres a quien mandárselas a la vuelta.
Una vez en España, no sabemos si por demanda de su padre o de Franco, apareció Sofía y se le acabó el chollo, tuvo que casarse con la que hoy en día es su mujer. Junto a ella, ha vivido incontables escándalos y polémicas ha protagonizado a lo largo de más de50 años de matrimonio. Principalmente, por los rumores en torno a su mala relación y al mantenimiento de la sagrada institución por motivos exclusivamente representativos. En la Casa Real, pesa más la imagen, que la más pura realidad. Ni que fueran de cera, vaya.
Actualmente se dice que ambos han superado muchas de las diferencias que durante tanto tiempo les han mantenido apartados y es que los días en Sanxenxo, junto a la Infanta Elena, parecen haber hecho mella en ellos. Además si hay algo que le une es su tremendo desapego y el poco afecto que sienten por la reina Letizia.
Este ha sido el motivo que les ha sido separando progresivamente de su hijo, el actual rey de España, que ni siquiera tenía en mente que sus padres y su hermana hubieran viajado juntos, y mucho menos que lo hubieran pasado en grande. La visita de la reina Sofía a Don Juan Carlos en las regatas ha sentado como un jarro de agua a la reina consorte de nuestro país. Dicen que la unión, hace la fuerza.
